La Casa Blanca ya ha empezado a engalanarse para celebrar la Navidad. Jill Biden (72) ha sido la encargada de recibir uno de los adornos esenciales en todo hogar en estas fechas: el árbol. Se trata de un abeto de más de cinco metros y medio que ha sido cuidado por los hermanos Amber Scooty y Alex Church (que este 2023 han sido los ganadores del concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad) en Fleetwood, una pequeña localidad de Carolina del Norte.
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Como viene siendo habitual, el árbol ha llegado en un carro de madera pintado de verde, decorado con lazos rojos y tirado por una pareja de caballos. Una vez esté adornado con sus guirnaldas, bolas de colores, espumillones y luces correspondientes, el abeto será colocado en el Salón Azul, una de las tres salas para recepciones de invitados de la primera planta de la residencia del presidente de Estados Unidos.
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En esta ocasión, Jill Biden, ataviada con un favorecedor vestido verde ceñido con un abrigo de paño a conjunto y unos zapatos de tacón de este mismo color, ha estado acompañada por un nutrido grupo de niños cuyos padres son miembros en activo del Ejército. Tal y como ha revelado la esposa del mandatario norteamericano, los pequeños estaban muy felices por participar en esta actividad y se han quedado completamente fascinados por la majestuosidad del abeto. “Me han dicho que nunca habían visto uno tan grande”.
Acción de Gracias, la otra fecha señalada en el calendario de Estados Unidos antes de Navidad
La llegada del árbol de Navidad no es la única celebración que la Casa Blanca ha acogido en las últimas horas. El lunes 20 de noviembre, Joe Biden festejó su 81º cumpleaños con el tradicional indulto del pavo de Acción de Gracias. Hay que recordar que esta es una fecha muy importante en el calendario de Estados Unidos. Una fiesta nacional que tiene lugar cada tercer jueves de noviembre, este año el día 23, para conmemorar la hermandad entre los colonos británicos y los nativos. El país entero se viste de gala con cabalgatas en las principales ciudades y familiares y amigos se reúnen en torno a una mesa en la que el pavo es el principal protagonista.
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Los afortunados animales han sido Liberty (Libertad) y Bell (Campana), dos ejemplares macho que pesan más de cuatro kilos cada uno y que tienen un espectacular plumaje blanco. Al contrario que otros muchos de su especie, ellos no serán cocinados y servidos en ningún restaurante o casa como parte del menú. Su destino es mucho más placentero, ya que van a vivir en una reserva animal donde recibirán todo tipo de mimos y cuidados.
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