Es un espectáculo absolutamente asombroso, que para muchos encierra cierta magia. Las auroras boreales, también llamadas luces del norte, se producen por el viento solar que llega a la Tierra y choca contra el campo magnético del planeta, produciendo corrientes de partículas cargadas que fluyen hacia los polos. Según las estadísticas, en primavera, durante los meses de marzo y abril, y en otoño, en septiembre y octubre, es cuando más ocurre este fenómeno, que se puede observar en zonas cercanas al Polo Norte. En el Polo Sur también pueden verse, pero se llaman auroras australes. Estas dos imágenes fueron tomadas en las islas Feroe (Dinamarca) y en ellas se aprecian las diferentes tonalidades de las auroras boreales, que dependen de la altitud donde se producen y de los gases que las componen.
Una extraña aurora boreal púrpura vista como nunca antes
No es común ver auroras boreales danzando en el cielo de Reino Unido, se suelen dar en otras latitudes, y más raro aún es que sea en su totalidad de colores rosados, por eso podría decirse que la imagen que acompaña estas líneas es única. Fue captada por el fotógrafo Chad Powell en la Reserva Natural Newton, situada en la isla de Wight, al sur de Inglaterra. Al caer la noche, el cielo estrellado comenzó a teñirse de tonos rosas y púrpuras, dando como resultado un escenario completamente increíble. Esta tonalidad se debe al nitrógeno que existe en los bordes más bajos de las auroras y de las partes más externas, pero lo más habitual es que sean verdes.
Escalada de vértigo en las montañas rocosas
Desde ‘catedrales’ de hielo, hasta paredes imposibles y lo más profundo del corazón de las montañas, hay escaladores que se atreven con todo y las Montañas Rocosas son un lugar inimitable para poner a prueba su destreza. El fotógrafo Paul Zizka ha seguido durante varios días a un grupo de escaladores en su aventura por la zona canadiense de esta majestuosa cordillera, donde ha podido captar con su objetivo auténticos retos sobre paredes de hielo que, a simple vista, parecen inhumanos. Da igual si es de día o de noche, o si las únicas luces que les iluminan son las auroras boreales, su espíritu aventurero siempre les lleva a trazar y lograr las vías más extremas.