Un amor que ha traspasado la pantalla. O un cuento que se ha hecho realidad. Recurrir al tópico es fácil, pero no por ello menos cierto. Porque la historia de amor de Anna Castillo y Álvaro Mel nació en un set de rodaje y porque aquel relato romántico, Un cuento perfecto , ha dejado de ser ficción para convertirse en su propia vida. Lo supimos a mediados del mes de agosto y lo publicamos en estas mismas páginas: que la protagonista de Nowhere, un papel por el que optaron otras actrices de la talla de Ana de Armas o Zendaya, y su compañero vallisoletano en plató eran pareja. Es decir, que aquel idilio de fábula entre Margot y David, que había escrito Elísabet Benavent en su best seller y que Netflix, después, había convertido en imágenes, se había materializado en carne y hueso.
Tanto como que la pareja, como ven en las imágenes, ya no se oculta y pasea su amor bajo el cálido sol de noviembre. Como cualquier otro par de enamorados en un ‘finde’ de compras. Solícitos, cariñosos, confidentes. Y, por supuesto, sonrientes. Eternamente sonrientes. Una relación que, aunque no ha tenido confirmación oficial por parte de ninguno de los dos, sí la ha tenido de manera ‘oficiosa’, porque han asumido que lo suyo es de dominio público con publicaciones cruzadas en sus respectivas cuentas de Instagram, y porque ya han acudido juntos, aunque sin posar, a la inauguración de la exposición Maestras, de Carolina Herrera, en el Thyssen-Bornemisza.