La carrera de Harrison Ford siempre ha ido acompañada de la leyenda de sus orígenes: antes de convertirse en una estrella de Hollywood, fue carpintero. Y en realidad se cuenta que estuvo compaginando sus trabajos de carpintería, en las casas de personalidades del mundo del cine, con sus primeros y pequeños papeles en la pantalla. Hasta que un buen día fue descubierto por George Lucas —se lo encontró en las oficinas de Francis Ford Coppola, donde Ford estaba arreglando una puerta— y, gracias a su imponente físico, le consiguió un billete directo al ‘Halcón milenario’.
Actualmente, con 81 años y en plena forma, sigue siendo uno de los actores más cotizados. Pero le gusta recordar los viejos tiempos, por lo que se encarga personalmente de hacer arreglos y ‘chapuzas’ en su casa de Santa Mónica. De hecho, hace unos días, fue fotografiado con su delantal de trabajo mientras salía de unos almacenes de bricolaje de la localidad californiana.