Feliz y contenta por el gran año que viene siendo este 2023, Natalia Jiménez se ubica fácilmente entre esas primeras nubes claras que brillan en el cielo del Olimpo musical. Su voz privilegiada, su dimensión artística como compositora y el saber ejecutar instrumentos, son algunos de sus atributos que la convierten en una referencia artística. Esta madrileña tan internacional vuelve a los escenarios con Antología 20 años Tour, una gira en la que reversionará los grandes éxitos de su carrera y donde hace un especial énfasis en su pasión por el mariachi y el regional mexicano. La ganadora de premios Grammy y Latin Grammy se siente feliz al reconocer que finalmente se ha logrado anclar en el corazón de los mexicanos, un país que la ha adoptado profesional y familiarmente ya que la mayor parte del tiempo comparte sus días en suelo azteca en compañía de su hija, Alessandra, de siete años, y su pareja, Arnold Hemkes.
—Natalia, felicidades por estos 20 años de carrera... ¿cómo estás?
—Me siento muy feliz y orgullosa de sacar este disco porque es como recopilar toda mi carrera en un álbum y es un ejercicio precioso, la verdad.
—¿Cómo fuiste encontrando tu lugar en la música?
—Hasta que yo no grabé mi primer disco de regional mexicano yo no sabía muy bien dónde estaba.
“Soy una romántica empedernida, creo en el amor y para siempre. Me casaría otra vez sin miedo. ¡Mira a Jennifer Lopez cuántas veces se ha casado! Yo solo me he casado una”, nos dice divertida
—Si no hubiese sido México, ¿en qué otro país crees que habrías anclado?
—No lo sé, la verdad... No me imagino mi vida sin México y cuando yo me fui para allá me fui con veintidós años, nunca me imaginé que iba a ser tan trascendente ese vuelo de cruzar el charco para mi vida. Me quedé a vivir allá, adopté su música, sus tradiciones, su cultura, y para mí ha sido y es parte de mi identidad.
—¿Cuál ha sido el gesto de los mexicanos que te ha calado más hondo?
—Siento que me lo dieron en esta gira. En el Auditorio Nacional me dieron tal ovación cuando salí a cantar con mariachi que no me dejaron hablar y me eché a llorar y me gritaban: “Natalia, hermana, ya eres mexicana”, todo el auditorio, o sea, 10 mil personas... no paraba de llorar.
—Te comparan con la mismísima Rocío Dúrcal y muchos dicen que eres la española más mexicana... ¿cómo te tomas esa comparación?
—Para mí es un orgullo, es un honor.
—Este año ha sido también uno de luchas, por tu hija, ¿cómo está ella?
—Han pasado muchas cosas, pero al final he logrado todos los objetivos que tenía a principio de año. Uno de ellos era poder viajar con mi hija a México. La primera vez que ella pudo viajar la otorgó un juez. Tuve que llevarlo a la corte para que me dejaran viajar con mi hija a México para venir de vacaciones, tres días y al final el juez lo aprobó y me la pude llevar. Luego, durante el año, le pedí varias veces que me dejara llevarla y al final por e-mail le dije: “Tienes que aflojar porque al final le afecta a ella”. Acabó cediendo. Mi hija se la pasó increíble. Estuvo haciéndome de estilista y hasta dio una llamada en el micrófono al público.
—¿Ya tiene consciencia de que su mamá es este gran personaje musical, una famosa?
—Sí, ella dice que es VIP, se aprendió lo de VIP muy bien, no es boba (risas).
—¿Te volverías a casar?
—Yo feliz de casarme, soy una romántica empedernida, creo en el amor y para siempre. Sí me casaría otra vez, sin miedo. Mira a Jennifer Lopez cuantas veces se ha casado, yo solo me he casado una (risas).