La conocimos con tan sólo dieciocho años como la ‘Caótica Ana’, a las órdenes del director Julio Medem; y, desde entonces, Manuela Vellés se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de nuestra gran -y pequeña- pantalla. La actriz, que ha formado parte de series tan exitosas como Velvet o El ministerio del tiempo, nos presenta ahora su último trabajo, Memento Mori , un thriller policíaco que se estrenó el pasado mes de octubre en Prime Video, y protagoniza junto a Yon González, Francisco Ortiz y Olivia Baglivi. En ella da vida a Martina, una profesora que debe ayudar en la investigación de un terrible crimen: el asesinato de una joven que aparece con los párpados amputados en Valladolid. Como nos cuenta Manuela, su misión será ayudar a descubrir quién es el responsable.
- ¿Qué fue lo que te convenció de la serie?
- Memento Mori está basada en una novela del mismo nombre, que leí en su momento, así que, cuando vi los guiones, me atrapó un montón. Es de estos thrillers con un montón de giros, en el que vas descubriendo poco a poco qué pasa… Y trabajar con el elenco fue una de las cosas que me hacía ilusión.
- ¿Qué podrías contarnos de tu personaje?
- Soy Martina, una profesora especializada en psicolingüística que ayudo en la investigación de varios asesinatos. Lo que me gusta de ella es que es una chica independiente, inteligente y divertida… y con un gran conocimiento de las personas. Es clave en la investigación, y trabaja mano a mano con el inspector Sancho -interpretado por Francisco Ortiz-, con quien, además, se establece una relación personal.
- ¿Por qué tenemos que verla?
- Porque recuerda a las películas de los noventa como Seven. Es un thriller que te atrapa muchísimo, y tienes que quedarte ahí para ver qué ocurre hasta el final.
- Has protagonizado series muy exitosas, y es cierto que, ahora, gracias a las nuevas plataformas, cualquier ficción española puede convertirse en un fenómeno global más fácilmente…
- A nosotros ya nos pasó con Velvet , que hicimos para Antena 3, y fue la primera serie que salió en Netflix. Cuando viajé a Colombia, Costa Rica, República Dominicana… descubrí que allí fue un boom… ¡Hasta hacían fiestas temáticas! Con mi personaje, me acerqué mucho a la música, saqué un disco… Y eso también ha hecho que gente que me conocía por la serie, siguiera mi música. Me aportó muchísimo. Me gustaba que, en su momento, uniera a toda la familia, desde abuelas a las niñas, cuando todavía la televisión no era tan a la carta.
- Hablando de tu carrera musical. ¿Has pensado en enfocarte en ello o te gustaría seguir compaginándolo?
- Para mí la música es mi pasión, a lo que me dedico en mi tiempo libre. Ahora estoy componiendo música para cine -he compuesto canciones para El bus de la vida, con Dani Rovira, que saldrá el año que viene- y sigo en ello… investigando, formándome, es una parte que me conecta con mi infancia, cuando me aprendía las canciones que oía y las interpretaba delante del espejo. La música siempre ha estado unida a mi trabajo como actriz.
- Muchas actrices han hablado que, llegada cierta edad, sólo les ofrecen los mismos papeles. ¿Te asusta el paso del tiempo?
- A mí me encanta que se ponga el foco en esto. Creo que llevamos años dándonos cuenta de esta reivindicación de las mujeres, de que queremos otros papeles… Y ahora, gracias a que somos más mujeres haciendo cine en lo creativo, las historias las estamos escribiendo nosotras. Escribiendo con Ibon Cormenzana un guion, me estoy dando cuenta de que hay un imaginario, el del cine, que nos dibuja de una manera, y, en realidad no somos todas las mujeres así. Tenemos que deshacernos de todo eso. Nos han escrito tanto hombres imaginándose cómo somos… Pienso que todo esto está cambiando de una forma natural, estamos asomando más la cabeza y eso hace que se refleje en todo. Estoy notando muchísimo cambio. Hay cine interesantísimo hecho por mujeres, y los hombres lo están viendo. Quizá parece una moda, un movimiento, pero es algo que está pasando y creo que estamos viviendo un momento emocionantísimo en el que tenemos también que estar contentas y dispuestas, ¿no? Es como que nos toca jugar y es muy divertido (sonríe)
- Empezaste con sólo 18 años… ¿Cómo ves tu carrera?
- Me doy cuenta de que han pasado muchos años y que ahora estoy como más tranquila, revisando todo lo que quiero hacer, lo que no… Todo cambia mucho, y yo también. Lo único que me importa es ser honesta con lo que soy y con lo que quiero contar. Hablando con otras mujeres, veo que tenemos cierta responsabilidad de ser coherentes con los valores que tenemos, lo que reflejamos y lo que lanzamos al mundo. Ahora que soy madre tengo muchísimo más ese radar. Todavía estoy viendo quién soy, lo que quiero hacer y teniendo mucho ese filtro de lo que quiero que quede en el mundo y lo que quiero que vean mis hijos.
“Ahora que soy madre pienso más en lo que quiero que quede en el mundo y que vean mis hijos”
- ¿Y cómo se lleva la conciliación siendo artista? ¿Sientes presión?
- Es dificilísimo, un esfuerzo brutal porque es el momento de tu vida en el mejor te sientes. Más tranquila, más confiada, más serena… más alineada con todo. También me apetece trabajar mucho y, a la vez, con una crianza que te exige muchísimo y en la que quieres estar presente porque para algo tienes hijos, ¿no? Son unos buenos malabares. Intento trabajar en que, cuando estoy con mis hijos, tengo que disfrutar con ellos y no querer estar en otro sitio; y cuando estoy en otro sitio, no sentirme culpable. Que ellos me vean bien les inspira. Ahora que estoy haciendo mucha música en casa, por ejemplo, noto que les interesa y se acercan a la música porque es lo que estoy haciendo.
- ¿Te gustaría que salieran artistas?
- Me encantaría (se ríe). Bueno, no lo sé, lo de la música sí que es algo que me gustaría que estuviera en ellos. Me gusta mucho verlos cantar, bailar o que la música les mueve… Pero también pienso, dentro de 15 años, ¿qué mundo habrá? Estoy con eso muy perpleja. El mundo de la tecnología, de la inteligencia artificial… me descuadra porque no soy muy tecnológica, y no tengo ni idea de qué querrán hacer ellos en 15 años. No me lo imagino porque está todo cambiando tan rápido… habrá cosas primarias que siempre estarán, como la música, el teatro, la comida… lo real existirá. A mí me asusta, no quiero que me salgan muy tecnológicos. Yo intento no tener mucho el móvil, que no estén todo el día conectados, que vivan la vida sin máquinas…
- Nos has sorprendido también con un cambio de look… ahora estás morena
- Es por un nuevo proyecto que estoy empezando ahora y hace unos años también me atrevía cambiarme el pelo. Me apetecía un montón volver a cambiar, creo que define etapas de tu vida, y me quedaré así un tiempo. Me divierte cambiar. Vuelvo a ser la niña que se disfraza y parte de lo que me gusta de mi profesión es verme distinta.
- ¿Qué sueños te quedan por cumplir?
- Un montón. Tiene mucho que ver con la música, con mi ‘yo’ como actriz, como creadora… Hace un año hice un guion, una película que estrenamos, que se llama Culpa, y en la que hice arte, hice el maquillaje, el vestuario… me vi más creativa en todos los aspectos.
- ¿Con qué director te gustaría trabajar?
- Puf… un montón. Elena Martín, Isabel Coixet, Rodrigo Sorogoyen…
- ¿Y actores?
- Carmen Machi, Blanca Portillo, por ejemplo (se ríe)