Ella dio la pista, pero pasó desapercibida. O que nadie ató cabos, y eso que Úrsula Corberó se fotografió con diez lacitos. Blancos, en relieve, sobre sus uñas y un mensaje varias veces repetido: “Madonna, Madonna, Madonna…”. Era evidente que la Tokyo de La casa de papel, como otros tantos miles de «fans», acudía al segundo concierto de la ‘reina del pop’ en Barcelona y, como todos ellos, lo colgaba en redes. Pero lo que nadie se podía imaginar es que fuera la gran sorpresa del show y que la ‘ambición rubia’ le cediera parte del protagonismo. Porque si, en Londres, Madonna ejerció de madre y jurado de su hija Estere, mientras esta hacía sus volteretas y death drops al ritmo de Vogue, en Barcelona, la italoamericana sentaba a Úrsula Corberó para ese mismo momento apoteósico, el ballroom, y la convertía en una integrante ‘con frase’ de su cuerpo de baile.
Porque ambas son amigas. Lo contó la de El cuerpo en llamas, encendiendo el Tonight Show de Jimmy Fallon. Se conocieron en un vuelo de Los Ángeles a Madrid con escala en Londres. Madonna fue la que se acercó a la catalana cuando vio que esta la había reconocido. “Solo quería decirte que soy una gran fan tuya”, le dijo. Úrsula se quedó en shock y, cuando recobró el conocimiento, se intercambiaron los teléfonos. Unos minutos después, recibió un mensaje de la novia de Dick Tracy: “Has olvidado tu pasaporte en tu asiento. Así que puedes volar de regreso a casa gracias a Madonna”.
La protagonista de ‘La casa de papel’, que conoció a Madonna en un vuelo transocéanico en el que la cantante le encontró su pasaporte, compartió escenario con la diva
Después de ese primer encuentro, la relación entre las dos divas se ha mantenido. De hecho, el pasado diciembre, la protagonista de Física o Química fue una de las invitadas a la exposición homenaje al 30 aniversario de la publicación de SEX, comisariada por Anthony Vaccarello. Úrsula compartió una imagen abrazando a Madonna con un ‘Te quiero’.