Barbra Streisand, una de las grandes leyendas vivas de la música y el cine, ha escrito sus memorias bajo el título My name is Barbra, ya a la venta en el mercado desde el 7 de noviembre. La estrella, nacida en Brooklyn, (Nueva York) el 24 de abril de 1942 y que ha ganado el codiciado EGOT (Emmy, Grammy, Oscar y Tony) relata en su biografía sus más de seis décadas de éxito en el mundo del espectáculo, pero también su faceta más íntima, ya que desde la editorial le advirtieron que si quería vender libros debía de dejar algo de sangre en las páginas.
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La cantante y actriz relata en su libro las insistentes presiones que recibió de la industria para operarse la nariz, aunque nunca lo hizo por considerarlo demasiado arriesgado para su salud, como tampoco quiso ocultar sus dientes ni cambiarse el nombre. "A veces sentía que mi nariz obtenía más prensa que mi propio talento artístico”, lamenta en su biografía. En un artículo de portada de la revista Time, un periodista escribió: "Esta nariz es un santuario". (¡Suena bien!) Luego continuó: “La cara que divide es larga y triste, y la mirada en reposo es la esencia del perro”. (No tan bien.)", recuerda.
"Ojalá pudiera decir que nada de esto me afectó, pero así fue. Incluso después de todos estos años, todavía me duelen los insultos y no puedo creer en los elogios. Supongo que cuando te vuelves famoso, te conviertes en propiedad pública. Eres un objeto para ser examinado, fotografiado, analizado, disecado. . . y la mitad de las veces no reconozco a la persona que retratan. Nunca me he acostumbrado y trato de evitar leer nada sobre mí", confiesa. Barbra reconoce que nunca se avergonzó de su nariz. "Me gustaban las narices largas... La actriz italiana Silviana Mangano tenía una, y todos parecían pensar que era hermosa". " Una vez el médico me dijo que tenía el tabique desviado... tal vez por eso sueno así", escribe en la relación a su voz.
En este libro de casi 1000 páginas profundiza en su pasado, habla de su infancia en Brooklyn, su primera oportunidad en Broadway, sus películas de mayor éxito como Funny Girl , Ha nacido una estrella y Tal como éramos, y de su larga lista de conquistas amorosas, entre las que figuran estrellas como Marlon Brandon, Don Johnson, Omar Sharif, Steve McQueen y Ryan O'Neal, el tenista Andre Agassi o incluso el exprimer ministro de Canadá Pierre Trudeau.
De haber sido por ella no habría hablado de ninguno de ellos en su libro, pero el editor insistió que lo hiciera si quería llegar a más público. Al margen de su larga lista de romances, la ganadora del Oscar estuvo casada con el actor Elliot Gould, padre de su primer y único hijo, Jason Gould, y en segundas nupcias con su actual esposo, el actor y director James Brolin, padre del conocido intérprete Josh Brolin, de quien se enamoró a finales de los noventa.
"Jim (como cariñosamente llama a James) y yo nos conocimos en un momento de mi vida en el que básicamente había renunciado a encontrar a alguien. Y, francamente, estaba bien estando sola. Tenía a mi hijo, tenía grandes amigos que me hacían compañía, mi trabajo era gratificante y amaba mi nueva casa en Malibú con vista al océano...", escribe. "Creo que la verdadera razón por la que nuestra relación ha perdurado es que ambos estamos dispuestos a trabajar en ello. Jim y yo somos muy diferentes. Como me dijo: "Tú eres una experta en buscar lo que está mal, mientras que yo simplemente estoy feliz de despertarme por la mañana", confiesa después de 25 años de feliz matrimonio.
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