Si hay una serie turca que nos mantiene pegados al sillón con sus constantes intrigas y giros de guion es, sin duda alguna, Secretos de familia. La tensión y el misterio continúan en el episodio de esta semana. Después de que Özge reconociera ante Ceylin que había matado a Kesik y que la abogada y Osman la ayudaran a deshacerse del cuerpo y del arma, el cádaver del asesino de Ridvan ha sido hallado en el cementerio y su muerte ha salido a la luz.
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La joven secretaria está aterrorizada porque sabe que la mafia de los Balcanes irá a por ella para vengar al hijo de Igor, su cabecilla. Algo que no tarda en suceder ya que varios hombres entran en su casa. La muchacha consigue salir por la puerta de atrás y, despavorida, corre sin rumbo por las calles tratando de escapar. Los integrantes de la organización criminal registran la casa y, al darse cuenta de que ha huído, deciden montarse en su furgoneta dispuestos a encontrarla.
Ilgaz y Ceylin se han reconciliado prometiendo que sus profesiones no se interpondran en su relación y que seguirán juntos mientras que se quieran. Pero no tienen un dulce despestar ya que Eren informa Ilgaz de que el cabello que encontraron en la mano de Kesik coincide con el ADN de Özge, descubriendo así que fue ella quien le quitó la vida.
Muy a su pesar, el inspector Duman se dirige a casa de la secretaria de Ilgaz para deternerla. Una vez allí, se dan cuenta de que han forzado la puerta y todo está revuelto. Mientras llama a Ilgaz para contarle lo sucedido, el fiscal y la abogada están a punto de atropellar con el coche a Özge, quien, al verlos, les suplica ayuda.
La prueba que podría cambiarlo todo
La mano humana que ha aparecido cortada en una joyería del Gran Bazar de Estambul está atravesada por un bolígrafo con una nota que dice: "Todos tus seres queridos, uno por uno". Otro detalle llamativo es que, en uno de los dedos, tiene puesto un inconfundible anillo, el que Pars siempre llevaba. Además, la policia desplazada hasta la escena del crimen se da cuenta de que la pluma lleva un nombre grabado: el de Neva Seçkin. Los agentes descubren que pertenecía a la hermana del fiscal jefe por lo que deciden hacer una foto y mandarla a homicidios.
Özge cuenta la verdad
Ya en dependencias judiciales, Özge confiesa ante Ilgaz haber matado a Kesik, al que encontró gracias a Pars, quien lleva varios días sin dar señales y sin que nadie sepa nada de él. Todos están muy preocupados tratando de comunicarse con él, pero cada intento es en valde. La asistente explica lo sucedido pero afirma que fue ella quien enterró el cadaver y se deshizo del arma para proteger a Ceylin y Osman.
Los integrantes de la mafia Balcánica que habían sido detenidos por la muerte de Salim y Ridvan son puestos en libertad ya que otros se presentan para cargar con su culpa. Yekta celebra que uno de sus clientes ha sido liberado con Ömer, cada día están más unidos y el joven decide revelarle su objetivo: pretende deshacerse para siempre del fiscal Kaya y después convertirse en el consuelo de Ceylin.
Primeras sospechas y extrema preocupación por Pars
La imagen de la mano cercenada llega a comisaria. El comisario jefe la ve e, impactado, pone la información en conocimiento de Ilgaz. Este, al ver las instantáneas, se queda en shock y, sin decir nada, le pide a Eren que les acompañe a la escena del crimen. Una vez allí, sospechan que la extremidad podría pertenecer a Pars. Acto seguido, llaman a la ciéntifica para que determinen a quien corresponde el miembro que ha sido amputado, tarea que no será fácil puesto que está muy dañado y las huellas dactilares están borradas.
El nuevo fiscal jefe adjunto, quien despierta la curiosidad de todos, también se persona en el lugar de los hechos y designa a Ilgaz como fiscal para el caso.
Por su parte, Osman acude desesperado a ver a Ceylin después de que la abogada le haya contado que han detenido a Özge. El marido de Aylin no sabe que Parla ha escuchado su conversación telefónica con su cuñada y que se lo ha contado a sus amigos, lo que puede acabar complicando las cosas.
El hijo de Yekta comienza a levantar sospechas
Ömer, que fue quien entregó el vídeo a Ceylin con las pruebas necesarias para hacer caer y detener a la mafia, está empeñado en acercarse a ella y la invita a cenar como recompensa por haberla ayudado. La abogada acepta pero con ciertas reticencias ya que no se fía de su colega. Por su parte, Laçin descubre que el hijo ilegítimo de su marido tiene un hermano y comienza a sospechar que oculta algo.
Todo para encontrar al fiscal jefe
Mientras la policia busca a Igor para detenerlo por el caso de Pars, Ilgaz y Eren reconstruyen la ruta que siguió su amigo antes de desaparecer para tratar de dar con su paradero. En su investigación descubren que no iba solo en el coche sino que le acompañaban una mujer y una niña. En el camino de vuelta hacia comisaria, Ilgaz rastrea el móvil de su mujer, aparece en el restaurante donde está cenando con Ömer y se la lleva de allí muy enfadado, no quiere que Ceylin se acerque a él porque piensa que es un hombre peligroso.
Una triste noticia se confirma
Ilgaz, Eren y Ceylin van a ver a Derya, quien les confiesa la importante decisión que ha tomado con respecto a Pars: tendrá el bebé que esperan. El inspector y el fiscal Kaya no son capaces de decirles a las chicas lo que han descubierto, prefieren esperar a estar seguros al cien por cien, motivo por el que se llevan el cepillo de dientes de su amigo para cotejar su ADN en el laboratorio con el de la mano hallada. Por desgracia, se confirma la peor de las noticias: pertecene al fiscal Seçkin.
Ilgaz amenazado por el jefe de la mafia de los Balcanes
Derya se da cuenta de que falta el cepillo de su prometido e irrumpe furiosa y asustada en comisaria en busca de respuestas, ante lo que Ilgaz se ve oblidado a contarle lo que sabe. Mientras, Igor ha sido capturado y llega a dependencias policiales. Allí, el capo de la mafia confiesa al fiscal Kaya Ilgaz que no le importan ni Özge ni Pars, lo quiere a él y que la nota encontrada junto a la mano de Pars tenía un único destinatario: Ilgaz Kaya.