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El 20 de septiembre, Imanol Arias regresaba a las tablas del Infanta Isabel, de Madrid, con la obra Muerte de un viajante, estrenada dos años antes, con la que ha recorrido más de 130 ciudades en 200 funciones por la geografía española y ha cosechado también un gran éxito en Uruguay y Argentina. Y en las cercanías del teatro ha sido fotografiado de la mano de una mujer morena de pelo rizado. Se trata Nuria Gutiérrez de Cos, instructora de yoga y empresaria que, hace aproximadamente una década, fundó su propio centro en Valladolid, Respira profundo, donde imparte cursos y talleres y organiza actividades variadas como retiros. Ella misma cuenta en su página web que decidió darle una oportunidad a esta disciplina “hace más de diez años (cuando casi rozaba los 40) como último remedio antes de operar mis hernias discales”.
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“He de admitir que no tenía mucha esperanza en que el yoga pudiese sanar mis problemas de salud. Sin embargo, en pocos años, el yoga me transformó”. Parece que la instructora da clases al intérprete y también le estaría ayudando con algunas molestias de espalda, y de esa relación habría surgido una amistad. Aunque el actor está centrado en su trabajo y en su familia. El pasado agosto se despedía de Antonio Alcántara , su personaje más emblemático, a quien ha dado vida durante más de 20 años, al finalizar el rodaje de la temporada 23. La emisión de los últimos siete episodios de la histórica serie, la más longeva de la televisión de nuestro país, comenzó el pasado 18 de octubre. En principio, Imanol estará sobre las tablas en Madrid hasta el 3 de diciembre y tiene previstos algunos proyectos que le llevarían a pasar tiempo fuera de España.
Almorzaron en un restaurante del centro y después se dirigieron al teatro madrileño donde el actor representa con gran éxito la obra Muerte de un viajante
“Estoy muy pendiente de mi familia, trabajando muchísimo. Tengo una vida muy ordenada, trabajo todos los días de la semana con Muerte de un viajante y Cuéntame. Es una vida llena de productividad. Esta profesión es como una vida que se alarga. Tengo la enorme suerte de poder seguir eligiendo mis proyectos y eso me da una enorme responsabilidad también”, nos decía en estas páginas en febrero de 2022. Justo un año antes, aunque se supo algunos meses después, se había terminado su matrimonio con la fotógrafa Irene Meritxell, tras once años de unión y tres de matrimonio —se casaron en noviembre de 2017—. Desde entonces no se le había vuelto a fotografiar con nadie.