El hijo mayor de Rossy de Palma (59) pisa la pasarela con paso firme. Gabriel, de 25 años, ha debutado en el mundo ‘fashion’ desfilando para la firma canaria Como la trucha al trucho en la 080 Barcelona Fashion Week. Ataviado con un original conjunto compuesto por un maillot estilo luchador en color rosa chicle, una camiseta de manga corta estampada con motivos veraniegos y grandes gafas de sol, el joven maniquí ha conquistado al público con su actitud y saber estar.
Gabriel está siguiendo el sendero profesional de la protagonista de Mujeres al borde de un ataque de nervios, ya que, además de mostrarse interesado en el modelaje, está vinculado con el mundo de la actuación y ha cursado estudios de cine. Así mismo, explora su vena más creativa de manera independiente subiendo dibujos a sus perfiles sociales (muchos de ellos de inspiración anime) y hace bases musicales.
La pequeña de la familia tampoco se queda atrás. Luna, de 24 años, tiene el grado universitario de Humanidades y Ciencias de la Comunicación, pero también ha hecho sus pinitos como modelo, pinta, canta y toca el violín. Unos logros que comparte con su comunidad de seguidores, puesto que la joven parece que se está haciendo hueco en el universo influencer con 14 mil followers a los que muestra sus rutinas, estilismos y viajes. En este muro también publica muchas fotografías junto a su madre, a la que ha acompañado en varios eventos públicos.
Sin ninguna duda, Gabriel y Luna son el mayor motivo de orgullo de Rossy de Palma. A pesar de que la artista suele ser muy discreta con todo lo referido a su esfera más personal, durante una entrevista con Jesús Calleja se sinceró sobre la complicada situación a la que tuvo que hacer frente con el padre de sus hijos, un hombre anónimo que conoció cuando vivía en París. “Todo iba bien hasta que me quedé embarazada. Me sentía angustiada. Me montaba un pollo cuando menos lo esperaba y de forma arbitraria”.
Las cosas se iban complicando cada vez más en su relación hasta que se armó de valor para ponerle fin y proteger a sus hijos. “Mis hijos me daban mucha fuerza. Yo quería estar bien para ellos. Un día tuvo que intervenir la policía en casa por un suceso violento. Tuve miedo y fui a un hospital donde una señora que ayudaba a mujeres maltratadas me dijo que lo que tenía que hacer era coger a mis hijos, que eran muy pequeños entonces, y marcharme para Madrid. Y eso hice”.
La exclusiva cita que ha unido a Carlota Casiraghi, Poppy Delevingne y Rossy de Palma en París
Una experiencia delicada y dolorosa de la que la intérprete ha sabido sacar una lectura positiva. “Yo por amor bajé al infierno. Pero subí con dos ángeles que son mis hijos, así que no me arrepiento de haber bajado”. En esta misma conversación, Gabriel y Luna reconocieron que en la actualidad no tienen ningún tipo de contacto con su progenitor, aunque la musa de Gaultier siempre les ha enseñado a no guardarle ningún tipo de rencor. “Tengo en mi vida gente que me quiere, no me han podido criar mejor. Mi madre siempre nos ha dicho no le odiemos" reconoció Gabriel.