Upsss. Britney Spears (41 años) lo ha vuelto a hacer. The Woman In Me, las memorias más reveladoras de la artista ya se encuentran a la venta, y de momento, no han dejado a nadie indiferente: de la intrahistoria de su relación con Justin Timberlake, su polémica tutela o cómo se sintió durante su actuación en los MTV VMA de 2001, con una serpiente alrededor de su cuello... Ahora, vuelve a estar en el centro del huracán y que mejor momento para recordar otro episodio de su vida personal: su boda con Sam Asghari (28), un matrimonio que duró poco más de un año.
Aunque no ha sido su único divorcio, sino el tercero. En el año 2004, y durante apenas 55 horas, estuvo casada, tras un matrimonio exprés en Las Vegas, con Jason Alexander, su amigo de la infancia. Además, ese mismo año, en otoño de 2004, se casó con el bailarín Kevin Federline, de quien se separó en primavera de 2007.
“Queríamos hacer de esto un momento pequeño y hermoso. Con mi familia y mis amigos” Britney Britney
Cuatro vestidos de novia
Su última relación no sobrevivió al verano de 2023. “Como todo el mundo sabe, Sam y yo ya no estamos juntos. Seis años de relación es mucho tiempo y aún estoy un poco sorprendida. No estoy aquí para explicar los motivos de nuestra separación, porque, honestamente, no es asunto de nadie, pero no podía soportar más tanto dolor”, explicaba poco después de conocerse la noticia. Al enlace asistieron rostros conocidos como Madonna, Selena Gomez, Paris Hilton, Drew Barrymore y Donatella Versace. Cuatro veces se cambió Britney de vestido; al tradicional traje nupcial sumó un minivestido negro, de Versace, un conjunto bicolor y un minvestido rojo.
Britney bailó descalza al ritmo de las melodías interpretadas por DJ Albert antes de bailar su exitoso tema ‘Toxic’
Los grandes ausentes
En este día tan especial, la ‘princesa del pop’ no contó con la presencia de nadie de su familia, con quienes actualmente no mantiene relación. Tampoco estuvieron sus hijos Sean Preston y Jayden, de 16 y 15 años respectivamente, nacidos de su relación con Kevin Federline. Sus hijos siempre han querido mantenerse al margen y alejados del foco mediático, por lo que podría ser unos de los principales motivos de su ausencia.
Por otro lado, la artista tomó la firme decisión de no incluir a sus padres ni a su hermana Jamie Lynn, aunque en los últimos meses ha ‘recuperado’ su relación entre su hermana y su madre. Sin embargo, sí invitó a uno de sus familiares: su hermano mayor Bryan Spears. En la actualidad, no mantiene ningún tipo de relación con su padre, a raíz de la polémica tutela a la que se vio sometida la cantante durante trece años. De ahí nació el movimiento Free Britney (liberad a Britney), donde expuso lo que durante tantos años tuvo que callar. Finalmente, el 30 de septiembre de 2021 consiguió su libertad.
La sentencia judicial ratificó que Jamie Spears había aprovechado el ingreso psiquiátrico de su hija -en 2008- para hacerse cargo de su vida, pero también sobre su fortuna, valorada alrededor de 60 millones de dólares. Además, Britney Spears ha sido muy tajante sobre este asunto y todos los daños y traumas que ha acarreado el control exhaustivo de su vida. “Me voy a dormir llorando la mayoría de las noches”, decía la intérprete de Baby one more time. La respuesta de su padre no tardó en llegar, y llegó vía Daily Mail: “la tutela le salvó la vida”.
Sus otras bodas
De su boda y divorcio más reciente, con el modelo Sam Asghari, hay que retroceder varios años atrás para recordar sus dos primeras bodas. Año 2004. La estrella del pop se dio el ‘sí, quiero’ con su mejor amigo de la infancia, Jason Alexander, de quien se divorció 55 horas después. En su libro, Britney Spears reveló el motivo que la llevó a tomar esta precipitada decisión. “Honestamente, estaba muy borracha”. Y añade: “Y probablemente, en un sentido más general, en ese momento de mi vida, muy aburrida”, explicaba.
Este episodio ocasió un malestar en la familia de Britney, en especial con su padre James Parnell Spears. La cantante de Circus aclaró que solo fue una “diversión inocente”. Cabe recordar que, durante la boda de Britney Spears y Sam Asghari, su exesposo Jason Alexander llegó al lugar con el objetivo de impedir la boda. Posteriormente, fue declarado culpable del delito de allanamiento de morada y agresión.
“La conocí en un club de Hollywood, Joseph’s. Nuestros ojos se encontraron y eso fue todo. Nos llevamos bien de inmediato”, relató Kevin Federline
Pero este mismo año, Britney volvía a pasar por el altar. A rey muerto, rey puesto. El elegido fue Kevin Federline, con quien se dio el ‘sí, quiero’ después de un par de meses de noviazgo. Él tenía 26 años y ella 22. Después de casi una década de su divorcio, la expareja aún tiene enfrentamientos públicos por la custodia de sus dos hijos, Sean Preston y Jayden. La cantante y el exbailarín comenzaron su romance cuando Federline trabajaba como bailarín de respaldo de Justin Timberlake. “La conocí en un club de Hollywood, Joseph’s. Nuestros ojos se encontraron y eso fue todo. Nos llevamos bien de inmediato”, explicó en una entrevista con People en 2008.
‘Diferencias irreconciliables’
Semanas antes de su primer aniversario de bodas, la expareja dio la bienvenida a su primer hijo, Sean Preston, y a su segundo hijo, Jayden James, en 2006. Solo ocho semanas después del nacimiento de su segundo hijo, Britney solicitó el divorcio por “diferencias irreconciliables”. En el acuerdo de divorcio inicial de la expareja, el cual finalizó en julio de 2007, se les dio la custodia física y legal conjunta de sus dos hijos.
Sin embargo, la cantanté sufrió un colapso mental en 2008 y la ingresaron en uns institución psiquiátrica; lo que dejó a Federline con la custodia exclusiva de sus hijos. Su situación personal caía en picado, sin embargo, este año generó numerosos éxitos en el terreno profesional.
En 2007, Britney Spears lanzó uno de sus álbumes más reconocidos: Blackout. Pero su vida personal se desmoronaba, y pronto llegaba su último escándalo: raparse la cabeza. Decidió afeitarse por completo su pelo rubio, pero ¿por qué tomó esa decisión? ¿por el divorcio? ¿por la presión mediática? En sus memorias, revela la verdadera razón. “Me habían mirado mucho (el público y los medios) mientras crecía. Desde que era adolescente me miraban de arriba abajo, me decían lo que pensaban de mi cuerpo... afeitarme la cabeza y actuar rebelde eran mis formas de responder”. Una crisis emocional que quedó inmortalizada por los paparazzis.