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Keynes, Smith, Engel… y, ahora, Taylor Swift. Miss Americana se ha convertido en un fenómeno que trasciende lo musical para convertirse, incluso, en una ley que rige y modifica los principios de las economías modernas. La cantante de Nashville no necesita de adjetivos difusos para hablar de su dimensión por muy grandilocuentes que estos sean. Ni ‘espectacular’ ni ‘grandioso’ ni siquiera ‘incalculable’ le hacen justicia, precisamente porque… ¡será por datos! En micros y macros, los resultados que arroja este huracán sureño son estrictamente excepcionales, abrumadores y, por supuesto, únicos, porque nunca antes se había visto nada igual. No sabemos si está dentro de sus objetivos, pero lo cierto es que Taylor Swift pulveriza todos y cada unos de los récords vigentes. Hasta su llegada, claro. Y eso que aún no ha cumplido los 34 años.
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Acaba de ser considerada la mujer más poderosa del mundo del espectáculo. No tanto por la posición que ocupa en el ranking de los hombres y mujeres más ricos del planeta —en donde también está entre los 100 primeros, ¡ojo!—, sino por su capacidad para generar riqueza y provocar cambios de tendencia insuflando —o hundiendo— la riqueza de un país gracias al motor de seguidores que la acompañan, virtual y físicamente, comprando sus productos y yendo donde ella va. De hecho, su poder es tan grande que hasta la Reserva Federal estadounidense ha recogido, en su último Libro Beige, el recién apodado ‘efecto Swift’, como así se denomina el impacto que tiene el paso de la cantante por una ciudad en cuestiones de gasto, consumo e inversión. Se ha baremado que si Taylor Swift fuera, por sí misma, una economía nacional, sería mayor que la de 50 países del mundo.
Los índices ‘Swiftonomics’
Precisamente porque esa repercusión inusitada ya es motivo de estudio no solo en Estados Unidos —donde ya se habla de parámetros ‘swiftonomics’—, sino también en Australia, Suecia —donde se la acusa, por contra, de ser la causante de la subida de la inflación— o en Canadá, donde el propio Justin Trudeau pidió vía Twitter a la de Cruel Summer que no dejara a su país fuera de The Eras Tour: “Sé que hay lugares en Canadá a los que les encantaría tenerte. No hagas que este sea otro “verano cruel”. Esperamos verte pronto”, le escribió el análogo de Pedro Sánchez quien, por su parte, tampoco dudó en nombrarla durante su campaña electoral. Y no es extraño porque, poner un ejemplo, con su llegada a Chicago, se rompió el récord de ocupación hotelera de la ciudad en toda su historia: se vendieron más de 44.000 habitaciones, lo que reportó unos ingresos de 37 millones de euros al sector.
Del fenómeno ya se ha contagiado también la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). Durante el último mes, las apariciones de la cantante en el palco de los cuatro partidos que ha jugado su novio, Travis Kelce, con su equipo, los Kansas City Chiefs, ha atraído la atención sobre la competición de una base de aficionados que supera, con mucho, la habitual. Lo que se traduce en un incremento del 26 por ciento o más de «share» de las retransmisiones deportivas por televisión —con la consiguiente subida de la inversión publicitaria— o en que las ventas de camisetas —especialmente, de la de Kelce— se disparen ¡en un 400 por ciento! Este nuevo orden de cosas convierte al deportista —cuyas redes sociales han crecido un 274 por ciento— en el mayor activo de la liga.
Madrid será, por ahora, la única cita española de Taylor, después de una década sin pisar nuestro país. Un concierto que se inserta dentro de la que ya es considerada la mayor gira musical de todos los tiempos. Con un total de 146 shows en 17 países, según la NBC, los promotores esperan recaudar unos 1.000 millones de euros, que, a su vez, reportarán a la economía mundial un impacto económico de casi 5.000 ¿Fecha y lugar? El próximo 30 de mayo. La de Lover será la encargada de estrenar el nuevo Bernabéu, con un aforo de 65.000 personas. Queda aún un buen puñado de meses para entonces, pero, cuando concluya The Eras Tour, antes de que resuene el carrillón de Nochevieja en Times Square, Taylor podrá retirarse a descansar a cualquiera de sus seis exclusivas residencias convertida ya en milmillonaria. Habrá obtenido unas ganancias superiores a los 500 millones de euros solo en concepto de ticketing y merchandising, una cifra que se sumaría a una fortuna estimada, a día de hoy, en más de 700 millones.
Sus números de récord
• Cuenta con más álbumes número 1 que cualquier otra mujer en la historia. Doce frente a los once de Barbra Streisand.
• Es la primera mujer en situar cuatro de sus discos en el Top 10 de la Billboard al mismo tiempo.
• Ha vendido más de 150 millones de discos, supera los 101 millones de oyentes en Spotify, los 55 millones de suscriptores en YouTube y los 274 millones de seguidores en Instagram.
• Ha ganado 12 Grammys.
• Su fortuna supera los 700 millones de euros y ocupa la posición 34 en la lista de las artistas (hechas a sí mismas) más ricas del mundo.
• Con su gira Reputation, de 2019, recaudó cerca de 350 millones de euros y se convirtió en el tour más rentable de la historia. Con The Eras Tour y sus 146 conciertos en 17 países se estima que superará los 1.000 en 2024. Su impacto en la economía mundial podría alcanzar los 5.000 millones de euros.
• Ticketmaster, la empresa encargada de la venta de entradas, con más de 3,5 millones de «fans» inscritos en la preventa, anotó el mayor registro de la historia para un concierto.
• El 13 de octubre se estrenó su película The Eras Tour, que se proyecta en 8.500 salas de 100 países. En el primer fin de semana recaudó 120 millones de euros, convirtiéndose en la película musical más taquillera de la historia. El film acumuló 90 millones de euros de venta anticipada, consiguiendo así otro récord sin precedentes.
• Taylor ostenta, asimismo, el logro de alcanzar la mayor cantidad de entradas vendidas por un artista en un solo día: más de dos millones.
• Supera los doce millones de euros de ingresos por concierto solo por venta de entradas. Su promedio de espectadores por cita musical es de 72.000.
• Para poder satisfacer la demanda de sus fans, Taylor tendría que actuar cada noche durante más de dos años seguidos.
• Se le calcula un portfolio inmobiliario valorado en 80 millones de euros, que incluye cuatro mansiones y dos apartamentos en California, Nueva York, Tennessee y Rhode Island.
• Swift tenía dos jets a su nombre, un Dassault-Breguet Mystere Falcon 900 y un Dassault Falcon 50. En 2020, por la huella de carbono, decidió vender uno de ellos por 40 millones de euros.
• Su gata, ‘Olivia Benson’, es la tercera mascota más rica del mundo, con una fortuna de 95 millones de euros.
• Travis Kelce es su décima relación sentimental confirmada. Desde que son novios, sus seguidores en redes se han incrementado un 274 %.