Se complementan a la perfección y podría decirse que, en cierto modo, estaban predestinados. Marta Verona y Cesc Escolá forman una de esas parejas que, al conocerlas, piensas que su destino, sí o sí, era estar juntos. Ambos dieron el salto a la fama en la televisión, ella en MasterChef —donde se proclamó ganadora de la sexta edición— y él como entrenador de la academia de Operación Triunfo , y, casualidades de la vida, la pequeña pantalla quiso unirlos. Ese primer proyecto juntos al final no salió, pero más tarde se encontraron en un evento en Formentera y Cupido hizo el resto. Les une su pasión por la vida sana, el deporte y la alimentación y, aunque por el momento él vive en Barcelona y ella en Madrid, la distancia no es un problema para ellos.
Estando en Madrid, nos hemos reunido con ellos y nos han desvelado cómo se conocieron, cómo han llegado a convertirse en un referente en el deporte y la alimentación y cuál es su secreto para una vida y una relación de lo más healthy.
—Marta, MasterChef supuso un antes y un después para ti, ¿cómo cambió tu vida?
—Me ha abierto un mundo de posibilidades. Por un lado, en el terreno laboral, porque puedo dedicarme a mi sueño, que es la cocina unida con la nutrición y todo esto delante de las cámaras, divulgando, que es lo que más me gusta. Pero, por otro lado, también me ha cambiado en una parte menos visible y es que me atrevo más a todo. Aunque tuve un poco el síndrome de la impostora, porque tenía 23 años y de la noche a la mañana me convertí en una nutricionista y cocinera de referencia.
—Es que es un cambio muy radical.
—M.-Yo pensaba, cómo tan pequeña me están llamando para escribir un libro, para colaborar en la tele como nutricionista y cocinera de referencia, cuando yo sentía que todavía tenía que trabajar mucho más. Esto me ha obligado a trabajar mis inseguridades y al final, he descubierto que soy humana y que el mejor antídoto es formarse mucho y trabajar. Ahora tengo una gran seguridad en mí misma que me permite comerme el mundo, nunca mejor dicho.
—Cesc, a ti te cambió la vida Operación Triunfo en 2020, ¿cómo fue la experiencia?
—Fue brutal. A nivel personal siempre he sido el mismo, pero en lo profesional cambió todo. Lo de OT me dio la oportunidad de mostrar qué podía hacer y gustaron mucho las clases. Cuando vino la pandemia, se paró todo y ahí es cuando Televisión Española me propuso crear el programa Muévete conmigo , de entrenamiento, y no se había hecho nada así en España desde Eva Nasarre.
— Pusiste en forma a mucha gente.
—Para mí era un regalo y pensaba que se podría enriquecer más el programa con un nutricionista y hablar también de recetas sanas y de la importancia de mantener un equilibrio. Entonces, la productora buscó a un nutricionista, que era Marta.
“Operación Triunfo supuso un giro de vida brutal. A nivel profesional lo cambió todo”, cuenta Cesc sobre su etapa en la academia
—¿Y ahí os conocisteis?
—Al final la colaboración no salió. Pero tres años después, en Formentera ZEN, un evento de salud y bienestar, nos conocimos y ahí empezó todo.
—¿Fue un flechazo?
—Sí, sí. Por parte de los dos.
—No podéis encajar mejor, nutricionista y cocinera con entrenador.
—Somos iguales. Yo llevaba mucho tiempo sin estar con nadie y no encontraba a alguien afín a mí... Cuando llevas estas vidas que no paras, es difícil. Y con Marta, por mucho que ella viva en Madrid y yo en Barcelona, al final nos complementamos perfectamente.
—Marta, has encontrado a tu complemento perfecto.
—Somos el tándem perfecto en lo profesional y en lo personal y somos muy parecidos. Creo que nuestra relación y nuestra vida se basan en torno a un eje común que es la salud.
—Parece que estabais un poco como predestinados.
—M.No me gustaba decir que el destino existe, porque yo creo que creer en el destino muchas veces te relaja y hace que no trabajes. Pero es que la vida me ha demostrado no una, sino dos y tres veces que el destino está ahí y que lo que es para ti, es para ti. El primer ejemplo es estudiando cocina y volviendo a la universidad gracias a haber ganado MasterChef. Y otro gran ejemplo es Cesc, porque hace ya unos tres años estábamos trabajando con la misma productora. Yo haciendo reportajes con Saber Vivir, que es el programa en el que trabajo, y haciendo su programa de Muévete en casa. Ya vieron los directores de la productora lo parecidos que éramos y quisieron hacer un formato juntos en el que uniéramos la nutrición y la cocina. Fue la primera vez que escuché hablar de él. De hecho, vi durante la pandemia sus clases y pensé, qué energía más buena tiene este chico. Y que si le conocía creo que el mundo... no te iba a decir explosionaría, si no que implosionaría, porque somos muy iguales.
—¿Has aprendido mucho con él sobre deporte?
—Cesc me suma muchísimo a la hora de entrenar y en la vida en general. Él es un soñador nato, es una persona con muchísimos objetivos, que cree en sí mismo y me lo contagia. Dicen que somos una mezcla de las cuatro personas que nos rodean y yo me alegro mucho de tenerlo cerca, porque me siento mucho más valiente desde que está en mi vida. Y en cuanto al deporte, yo siempre he sido de correr, porque me despeja la mente y me cuesta mucho salir de mi zona de confort. El mundo del gimnasio y de la fuerza era desconocido para mí y él me ha enseñado lo que es el entrenamiento de fuerza y me siento muchísimo más autónoma cuando voy al gimnasio.
—Y la distancia, ¿cómo la llevas? Porque él vive en Barcelona y tú en Madrid.
—M. Tengo que dar las gracias a la alta velocidad española, porque hace posible muchas relaciones. Y fíjate que para nosotros no es un hándicap vivir en distintas ciudades, porque es cierto que nos movemos mucho. Es como si viéramos juntos, vivimos entre dos ciudades. También es cierto también que es sano para todas las relaciones que cada uno tenga su espacio y su independencia. Entonces, cuando estamos juntos, lo estamos 24 por 7 y disfrutamos del uno del otro, pero cuando estamos cada uno en nuestra casa, cultivamos esa parte tan fundamental que es saber estar contigo mismo y que tu felicidad no dependa de la otra persona, sino de ti mismo. A mí no me gusta lo de que somos medias naranjas, sino que somos naranjas enteras que estamos juntas de maravilla en el frutero. Más adelante tendremos que vivir juntos en una ciudad, eso está claro, pero sin perder nunca nuestro nexo con nuestras ciudades. Nuestros amigos y nuestras familias son súper importantes. Encontramos un buen balance.
Primeros pasos de una pasión
—Marta, ¿cómo empezaste en el mundo de la nutrición y la cocina?
—Desde muy pequeñita me ha llamado siempre muchísimo la atención. Soy una persona muy nerviosa y, sin saber lo que era la meditación activa, lo hacía con la cocina desde los diez años, en concreto, decorando tartas. Hacer repostería me relajaba muchísimo y me permitía mostrar mi parte creativa. Fíjate que a esa edad le pedí a los Reyes Magos una batidora de varillas. Mi madre ya dijo: “Esta niña apunta maneras”. Así que a los 18 años decidí irme a estudiar cocina al Basque Culinary Center, una de las mejores universidades de Ciencias Gastronómicas de España.
—Empezabas a cumplir tu sueño.
—Allí estuve tres años, pero por problemas familiares, más que nada económicos, tuve que volver a Madrid, pensando que cuando tuviera mi carrera regresaría para hacer un máster. Así que estudié Nutrición en la Complutense y empecé a entender que el mundo de la nutrición y de la cocina iban de la mano. Luego, al hacer las prácticas en un hospital, identifiqué un gran problema en consulta y es que a la gente le decíamos qué tenía que comer, pero no cómo. Y fue cuando pensé que tenía que volver a estudiar cocina. Por casualidad, en internet me encontré con el casting de MasterChef y vi que el premio era estudiar el máster que yo quería en Basque Culinary Center, así que me apunté junto con otras 25.000 personas… ¡y me convertí en la número uno! Doy muchas gracias a la vida y soy muy consciente de que he tenido suerte, pero también creo, y es mi lema de vida, que la suerte es la suma de trabajo y oportunidad. Y sobre todo tienes que intentar no tener miedo. Una frase que digo mucho es que el miedo nunca esté delante para que te frene, ni tampoco detrás para que te empuje, sino siempre al lado para aprender de él.
“Somos el tándem perfecto en lo profesional y en lo personal. Creo que nuestra relación y nuestra vida se basan en torno a un eje común que es la salud”, confiesa Marta
—Así que conseguiste volver.
—Logré mi sueño de estudiar el máster que tanto quería y, encima, a día de hoy, soy profesora del Basque Culinary Center... La vida es alucinante. Ahora doy clases de Nutrición Culinaria, es decir, doy clases de Nutrición a cocineros. Y también aquí, en las universidades Complutense, Francisco de Vitoria y la Europea doy clase de cocina a nutricionistas.
—Cesc, y tú, ¿desde cuándo te dedicas tú al deporte?
—Estudié INEF (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) en Barcelona e hice las prácticas de entrenamiento de fitness. Luego empecé con spinning, bodypam, bodycombat y me atreví con el step y ahí me enganché un poco a las coreografías. Cuando terminé la carrera estuve dos años dando clases, pero necesitaba evolucionar e hice el máster de Educación, de profesor. Hasta que, en 2020, un amigo me pasó la propuesta de Operación Triunfo , envié mi currículum y me cogieron.
Nuevos retos
—Ahora se está emitiendo tu último gran reto, El conquistador. ¿Cómo has acabado ahí?
—Julio Salinas, el hermano de Patxi, el exfutbolista, después de un entrenamiento conmigo, me retó a ir a El conquistador. Y al cabo de un año me proponen ser capitán de este programa, que se emite en Televisión Española. Es un reto mental muy heavy , porque vas a sobrevivir y, sobre todo, a hacer del equipo una familia, porque soy el capitán. Es lo más duro que he vivido y viviré. Aunque el año pasado fue una locura de retos personales de deporte. Hice la “Quebrantahuesos”, la marcha cicloturista más dura de España, y también la maratón de Valencia, que nunca había corrido una.
— Pero a ti, ¿qué te queda por hacer?
— C.-Seguro que muchas cosas (ríe). Además, este año también ha sido una locura con Kiwi, la perrita teckel que he adoptado. Yo había tenido tres perros, pero hacía mucho que no tenía uno y, al cabo de cinco meses casi me la matan. La atacó otro perro, pero al final se ha salvado y no tiene secuelas, está perfecta.
— ¿Qué proyectos tienes ahora?
—Estoy terminando mi sueño, que es mi nueva casa, que será espectacular: un ático con vistas de 360 grados de Barcelona. Aparte de ser mi casa, haré un estudio de grabación para un Muévete en casa 2 , con entrenamientos online de lunes a viernes e invitados especiales. Quiero que la gente se anime, también la gente mayor. Entrenaré también con mi madre para así motivar a los más mayores.
—¿Cuál es tu consejo para que el deporte pase a ser una rutina en la vida de la gente?
—Engancharte a una disciplina deportiva, a un tipo de entrenamiento o un entrenador que te motive tanto que lo necesites como dormir y como comer. La gente tiene que entender que el deporte es la base de la salud y puede ayudar a evitar millones de enfermedades y posibles problemas en un futuro o en el presente.
“Para mí fue inevitable enamorarme de él, tenemos una forma de entender la vida muy similar y somos muy amigos”
—Marta, y tú, ¿qué planes tienes en mente?
—Tengo el proyectazo de mi vida. Estoy muy feliz dando clase en la universidad y en la tele, en Saber vivir, con mis libros y también soy columnista de la revista Saber vivir, pero quiero llegar a más personas. Siguiendo mi lema de hacer la salud accesible y viendo que a través de las redes sociales tampoco puedo llegar a todo el mundo, te puedo adelantar que en enero lanzo mi escuela online de nutrición y de cocina.Se llamara VitaminaT.
—¿En qué va a consistir?
—M.-Es un espacio donde la salud es fácil, está rica y donde voy a dar a todo el mundo todas las herramientas para cuidarse, profundizando en todos los entornos en los que se hacen las principales elecciones alimentarias, que en primer lugar es en el súper, haciendo una buena cesta de la compra, sabiendo identificar e interpretar el etiquetado. En segundo lugar, en la cocina, aprendiendo a cocinar los alimentos de forma sana. Y, en tercer lugar, en el plato, aprendiendo a ver cuáles son las cantidades necesarias de cada alimento que tenemos que comer y cómo hacer distintos menús sanos y ricos para que la salud sea fácil.