Alejada del foco mediático desde el gran susto de su vida, Genoveva Casanova reapareció muy recuperada la pasada semana en un showcooking que organizó LG para presentar sus nuevos electrodomésticos de cocina. Como recordarán nuestros lectores, ¡HOLA! adelantó que la mexicana sufrió una embolia pulmonar, el pasado julio, que le derivó en un infarto pulmonar y por el que estuvo ocho días hospitalizada.
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Tras demostrar las dotes de chef que aprendió la primavera pasada, durante las grabaciones de MasterChef Celebrity, le preguntamos a Genoveva por su salud y nos contó lo sucedido: “Tuve un trombo y se fue al pulmón. Tuve mucha suerte porque el coágulo no era muy grande y no se quedó atascado al principio. Luego, lo que me salvó la vida fue la doctora, que actuó rápidamente”.
Tres meses después, la mexicana sigue con su recuperación. “Estoy con anticoagulantes y complementos para la anemia. Pero, cuando salí del hospital, tenía una cantidad de pastillas… Tenía alarmas en el teléfono cada hora y media”, nos explicó. “Estaré seis meses. Pasado ese tiempo, me van a volver a hacer pruebas y ver cómo va todo”, nos añadió, para luego confesar: “Ha sido un “sustazo”. Siento que soy muy diferente ahora. Me siento más tranquila con el mundo y menos angustiada. Todo lo veo con mucha más relatividad y pienso más en las cosas pequeñitas”.
Aunque ya respira tranquila, Genoveva nos sobrecogió al relatar todo lo vivido: “Una noche, a las dos de la madrugada, me dolió la espalda de repente, como si fuera una contractura. Pero me fui tres días a Londres con mis hijos, cogiendo el avión, el tren, cargando maletas… Cuando regresé a Madrid, me fui a dormir. A la mañana siguiente, no pude más y me fui al hospital. Fue curioso porque primero me dio el trombo y, cuatro días después, el infarto”. Estuvo ocho días hospitalizada, pero Genoveva no pudo reincorporarse a su día a día: “Estuve con reposo absoluto durante un mes entero. Luego, me dijeron que podía caminar por casa, pero, al principio, no podía hacer nada”, nos expresó.
Las secuelas
Gracias al tratamiento y a la fisioterapia pulmonar, su evolución es favorable, pero la mexicana nos dijo que llegó a perder un 20 por ciento de capacidad respiratoria. Aun así, padece daños irreparables: “Tengo necrosis en una parte muy pequeñita del pulmón, pero me salvaron bastante. Ya tengo un 93 por ciento de capacidad”, nos confesó, antes de revelar las secuelas que arrastra diariamente: “Me cuesta subir escaleras y me falta aire cuando estoy hablando mucho”.
Al preguntarle qué le pudo causar la embolia pulmonar, Genoveva nos respondió: “Fumé hace muchos años, pero llevo diez sin fumar… Creen que fue por la covid. Mucha gente está teniendo estos problemas tras la covid”. En el encuentro, la mexicana quiso darle las gracias a Cayetano Martínez de Irujo, el padre de sus hijos, por la atención prestada durante su convalecencia: “Estuvo todos los días en el hospital. Se ocupó de resolver absolutamente todo”.
Igualmente, Genoveva nos habló de sus hijos, Amina y Luis, que acaban de terminar la universidad: “Están trabajando en Inglaterra, pero en ciudades distintas. Los dos están haciendo sus caminos de una forma impresionante”, dijo orgullosa. Además de bromear sobre “el síndrome del nido vacío”, Genoveva contó que lleva “ocho años” soltera: “He conocido gente, pero, desde hace tiempo, mi exigencia número uno es estar con una persona y que nos queramos de verdad. Y eso me cuesta mucho, créeme”.