Tamara Falcó ve cada vez más cercano el momento de instalarse en su nuevo ático, que se encuentra ubicado en la zona de Puerta de Hierro, a las afueras de Madrid —cerca de la casa de su madre—. Aunque hace año y medio que le dieron las llaves de la nueva vivienda, la marquesa de Griñón decidió reformarla por completo e inició unas obras que están a punto de finalizar. Ya a mediados de septiembre nos contaba que estaban ‘casi’ terminados los trabajos: “Faltan pequeños detalles, como la parte de la terraza, para el tema de la privacidad”, nos explicaba en relación a la densa vegetación que ha colocado en la zona exterior. “Espero tenerla lista antes de Navidad”, nos decía entonces.
Este domingo 22, Tamara y su marido, Íñigo Onieva, quisieron comprobar de primera mano cómo está quedando la reforma y, aprovechando que está a solo diez minutos de la vivienda familiar de Isabel Preysler, que es donde se encuentran instalados temporalmente, fueron hasta el ático caminando.
Tiene casi 42 años, pero Tamara nos aseguró hace un mes que está “cero agobiada” por cumplir su deseo de ser madre
Acompañados por sus perras, ‘Jacinta’ —que es como se llama su caniche canela— y ‘Vainilla’ —su golden retriever—, los marqueses de Griñón disfrutaron de este paseo en familia. No solo los acompañaron Álvaro Castillejo Preysler, primo de Tamara, y la mujer de este, la periodista Cristina Fernández Torres, que trabaja en el gabinete de la Secretaría General del Partido Popular.
También se sumó a este plan de domingo el mayor de los dos hijos Ana Boyer y Fernando Verdasco, Miguel, que es, además, el ahijado de la marquesa de Griñón.El pequeño, que ya tiene cuatro años y medio, se convirtió en el protagonista absoluto del paseo, ya que no paró de correr y jugar con las perras en todo el trayecto. Como ya nos contó la propia Ana hace casi un año, Miguel se lo pasa en grande con su tía Tamara, a la que adora. “Mi hijo mayor está obsesionado con ella porque juegan muchísimo juntos”, nos decía la mujer de Fernando Verdasco antes de compartirnos una anécdota: “Ayer estaba por casa y Tamara jugó con él a una gincana, metiéndose por debajo de los sofás. Claro, mi hijo como loco”.
“No soy muy niñero con los niños que no están relacionados conmigo, pero me encanta pasar tiempo con los hijos de Ana”, nos confesó Íñigo en julio, tras su boda
Rumores desmentidos
En todo momento, la aristócrata estuvo pendiente de su sobrino, que también se divirtió con Íñigo Onieva. “No soy muy niñero con los niños que no están relacionados conmigo, pero a Miguel y Mateo —el otro hijo de Ana Boyer— los considero mis sobrinos y me encanta pasar tiempo con ellos”, nos decía el empresario en julio, al casarse con Tamara. Entonces, Íñigo nos decía cuántos hijos le gustaría tener con ella: “Tres es el número perfecto”.
Aún queda un poco para que la marquesa de Griñón vea cumplido su deseo, pues acaba de desmentir los rumores de embarazo surgidos este fin de semana. Aunque cumplirá 42 años en menos de un mes, no siente presión: “Estoy cero agobiada. Y eso es muy importante”, nos afirmó en septiembre. No obstante, nos reconoció que le gustaría que el 2024 sea el año de convertirse en madre.