Juan del Val tiene una familia muy extensa encabezada por su madre, Ángeles Pérez, de quien aprendió a no juzgar a nadie porque en cualquier momento puedes estar al otro lado. A sus 81 años, Ángeles continúa al frente de APROMAR, Asociación Pro-Recuperación de Marginados, cuya finalidad es la reinserción social de la población reclusa y exreclusa. "Nosotros somos tres hermanos, tiene tres hijos, pero el Día de la Madre, mi madre recibe decenas de llamadas de presos que han rehecho su vida y que evidentemente la consideran su madre porque ha sido la persona que en cierto modo les ha dado un segunda oportunidad de vida", ha dicho el colaborador y escritor en una entrevista concedida a Espejo Público.
El trabajo de Ángeles, impecable y muy necesario, comenzó en la década de los 80. "Llevo 42 años en la cárcel, imaginaros lo que es eso", ha contado la propia Ángeles, que cada semana, visita a más de 100 presos. "Algunos es que no tienen familia, otros son extranjeros, no tienen a nadie. Yo voy a ver al que me llama, a mí me da igual que sea de aquí, de allí o del otro lado, y que tenga el delito que tenga, voy a verlos y si puedo les ayudo".
La madre de Juan del Val ha explicado en el programa de Susanna Griso que la mayoría de presos no tiene absolutamente nada y que necesitan "tratamiento, un sitio para dormir, para comer, para ducharse..." y eso es lo que les ofrecen en los pisos que gestionan desde la asociación. Además, cuentan con la ayuda de un criminólogo que trabaja con ellos sobre el delito cometido. "Si la persona no trabaja sobre el delito que ha cometido es un factor de riesgo bastante importante para la reincidencia", ha señalado.
En estas más de cuatro décadas de intensa labor, Ángeles no ha tenido nunca ningún problema. "Bueno, una vez tuve uno, pero prefiero no contarlo", ha manifestado. Cuando apostó por este proyecto, tuvo que convencer a muchas personas para que la ayudaran. "Lo planteé en mi parroquia y la gente se puso un poco así porque claro, eran presos y lo que dice todo el mundo, pero es que los presos tienen que estar en algún sitio y al final los convencí".
Rápidamente, se puso manos a la obra y a día de hoy recuerda con especial cariño al primer preso al que acogió, un joven de 19 años que ahora, a sus 58 años, vive y trabaja en Nueva York. "Me llama en mi cumpleaños, en navidades, para mí es muy importante, era un chico muy bueno, siempre trabajando, emprendedor y siempre ha sido muy agradecido", ha dicho muy emociada.
Juan del Val no puede estar más orgulloso de la trayectoria de su madre, a quien define como "una mujer monumental". También adora a su padre, Fernando del Val, que ya tiene 86 años. "Estoy muy orgulloso de él", aseguró en sus redes sociales junto a esta preciosa foto en la que ambos se miraban con admiración y amor profundo.
Ángeles ha reconocido que su labor no habría sido posible sin el compromiso de su marido y sus tres hijos. "Ni mis tres hijos ni mi marido me han puesto un problema para hacer, al contrario, me han ayudado todo lo que han podido". Unas palabras que demuestran la excelente unión que existe entre todos los miembros de la familia. De hecho, Fernando ha sido y sigue siendo una pieza fundamental en la labor de Ángeles, una especia de secretario particular, siempre en un segundo plano, sin hacerse notar, que no duda en acompañar a los presos a los Juzgados o en ayudarles a gestionar cualquier trámite burocrático.
Los hermanos del escritor intentan pasar lo más desapercibidos posibles. Tan solo sabemos que se llaman Fernando y Mari Nieves y que la relación con su cuñada Nuria Roca es excelente, a juzgar por las fotos que la presentadora de La Roca comparte con todos sus seguidores. "Con la familia politiqueando… echando de menos a Pau, a Isa y a Lucía…", publicó junto a esta imagen.
Además, el escritor ha contado alguna que otra anécdota de su infancia. "Yo era el pequeño y mi hermano Fernan, al que quiero mucho, no era muy dialogante. Yo quería poner un canal y él llegaba y zumba me daba un golpe en el hombro o en la pierna", ha recordado entre risas.