Después de treinta años juntos siguen siendo la viva imagen del amor con mayúsculas. El cantante Sting, de 74 años, y su mujer Trudie Styler, de 69, pasearon por la alfombra roja de la 18ª edición del Festival de cine de Roma demostrando que por su historia de amor no pasa el tiempo. La pareja protagonizó sin duda las instantáneas más románticas ante los focos que esperaban a los invitados al pase del título Posso Entrare? An Ode To Naples, la tercera cinta dirigida por Styler que se ambienta en los barrios burgueses de Nápoles. Sin soltar a su esposa de la mano, en este caso el fan fue el cantante, que no escatimó en muestras de cariño y orgullo hacia su mujer. Trudie, con un elegante y espectacular vestido en tono azulón, no se soltó de la mano de su marido. En ocasiones la mirada es más expresiva que muchas palabras y en este caso, sin ninguna duda, sus ojos gritan a los cuatro vientos lo que sienten.
Su historia de amor comenzó con un escándalo pues, después de diez años de matrimonio con la artista irlandesa Frances Tomelty, Sting se enamoró de una de las mejores amigas de esta. Styler que formaba parte de la Royal Shakespeare Company junto a Tomelty también era vecina de la pareja por lo que su romance dio lugar a muchos titulares. Según cuenta el cantante en su biografía Broken Music, se enamoró de Styler en el mismo instante que la conoció, pero estaba casado y durante años no se dejó llevar por su corazón. Styler, que de niña sufrió graves lesiones en la cara debido a que fue atropellada por un camión, no se sentía muy segura de sí misma. "Las marcas que llevo en el rostro me hicieron sentir poco atractiva. Siempre fui insegura. Logré gustarme a mí misma a través de la relación con Sting, que volcó en mí todo su amor", contó una vez en The Telegraph. Él se ha referido a ella en alguna ocasión con ternura como su “ángel herido”.
A principios de los 80, la pareja decidió apostar por su relación lo que inevitablemente acabó con el matrimonio de Sting. No fue muy bien visto este noviazgo pues además de que Sting estaba esperando su segundo hijo con Frances (nació tras la separación) coincidió con la disolución de The Police, grupo con el que el cantante saltó a la fama. “Ninguno de nosotros puede enorgullecerse de lo que pasó, pero pasó. Nos enamoramos, vivimos juntos, nos casamos y tuvimos hijos. Esa es la historia de nuestra vida" señaló él en su libro. No fue una etapa personal sencilla para Sting que sin embargo lanzaría entonces la que ha sido una de sus canciones más emblemáticas. Every Breath You Take fue una manera terapéutica de afrontar la ruptura de su primer matrimonio, como ha apuntado el artista, y de canalizar sentimientos como “los celos, la vigilancia y el control”.
De izquierda a derecha, Trudie Styler, Giacomo, Sting, Joe, Fuchsia y Mickey
La boda de Sting y Styler fue en 1992: después de una década se unieron por lo civil en el Camden Registry Office en Londres y después celebraron de nuevo su enlace en St Andrew's Church en Great Durnford, Wiltshire (Reino Unido). Desde entonces han formado una de las parejas más estables y poderosas de Hollywood. La cineasta ha ejercido como productora de películas (ella le dio a Guy Ritchie la financiación para Lock &Stock y le presentó además a su mujer, Madonna) de documentales con espíritu social y humanitario, convirtiéndose además en embajadora de Unicef. Una faceta activista que ha compartido con su marido con quien ha apoyado el respeto por el medioambiente (tienen una fundación Rainforest) y a los pueblos indígenas de África, Asia y Sudamérica. Difunden una dieta basada en los productos ecológicos y sienten pasión por la viticultura (comercializan vino procedente de su finca de 350 hectáreas en la Toscana). “También somos amigos. Nos amamos, pero a la vez nos gustamos, y esa es una distinción importante. Es importante casarte con tu mejor amiga”.