Careen está abatida y triste, "emocionalmente hundida". La única hija de la que fuera 'la reina de la noche marbellí', la inolvidable Olivia Valère, nos atiende el teléfono antes de enfrentarse a un trámite legal para intentar llegar a un acuerdo sobre la herencia de su madre. Desde que en junio del 2022 la empresaria falleciera en su casa de París, víctima de un cáncer de estómago a los 75 años, los problemas entre el viudo de Olivia, Philippe Roger, y los hijos de la empresaria, no han cesado.
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Visiblemente emocionada Careen nos cuenta que: "El marido de mi madre no me ha permitido acceder a las pertenencias de mi madre, como multitud de valiosas joyas, abrigos de piel o bolsos de lujo, que, al parecer, han desaparecido". "Cuando era jovencita y mi madre organizaba sus conocidas fiestas, yo siempre la ayudaba a vestirse. A veces me quedaba con la boca abierta cuando veía las impresionantes joyas que ella usaba. Algún día, me decía, todo esto será para ti. Pero su voluntad, por ahora, no se ha cumplido", nos confiesa.
Careen se sentará con sus hermanos Arnaud y Xavier en un próximo juicio, ya que se ha suspendido el que estaba previsto celebrarse el 25 de octubre en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Marbella para presentar un inventario de los bienes de la empresaria, que falleció sin firmar un testamento.
La letrada Emilia Zaballos, abogada de Careen, también nos explica que en la celebración de ese juicio se pedirá un inventario de los objetos que pertenecieron a Olivia y dónde se encuentran. De hecho, según la demanda interpuesta por Careen, existen embargos de Hacienda sobre algunas fincas que eran propiedad de Phillipe y de Olivia, lo que también deberá ser abordado en el procedimiento de reparto de la herencia.
El acto de formación de inventario consiste en que las tres partes propondrán un listado de bienes que, a su juicio, forman parte de la herencia de Olivia Valère y que deberían ser repartidos, de forma equitativa, entre ellos. Un tercio para cada uno, tal y como estableció un notario. A las propiedades de la empresaria se suman ahora seguros, planes de pensiones y otros productos monetarios que la empresaria también tendría y que la familia de Olivia Valère también reclama en dicho inventario.
A este trío de hermanos hay que sumar al viudo de Olivia, Philippe Roger, de 82 años, padre de Xavier, pero no de Arnaud y Careen, que son hijos en común de la empresaria francesa con su primer marido, Albert Albouhair.
Careen y su hermano Arnaud reclaman, en sus respectivas demandas, la intervención judicial de la herencia para su división, que es el procedimiento que se pone en marcha cuando los herederos no se ponen de acuerdo en firmar un pacto extrajudicial, lo que aboca a que, primero, haya que formar el inventario. Y, posteriormente, si no hay acuerdo, que sea un juez el que decida qué bienes, de todos aquellos sobre los que se discute, forman parte o no de la herencia.
Luego, sería un perito el que los tendría que tasar y un contador-partidor el que propondría un reparto de la herencia: unos bienes para Arnaud, otros para Careen y otros para Xavier. Si alguna de las partes no está de acuerdo, sería la Justicia la que determinaría, finalmente, cómo se reparten las propiedades. En su demanda, Careen relata que Phillipe Roger y su madre estaban separados legalmente desde el año 1984, según una sentencia del Tribunal de Grande Instance de París, por lo que no podría disfrutar de la llamada cuota viudal.
Olivia Valère, la que fuera reina de la noche de Marbella
La empresaria francesa que impulsó la fama de la noche marbellí a través del ocio nocturno era respetada entre todos los grandes rostros de la 'jet set' que disfrutaban de su gran talento para organizar eventos. Valère llegó a Marbella a principios de los años ochenta, por recomendación de su gran amiga la cantante Kimera. Enamorada de la ciudad malagueña, abrió su primer local en 1985 bajo el nombre de Gray Dalbi en Puerto Banús, un local que rápidamente alcanzó fama llenando la Costa del Sol durante el verano de rostros conocidos llegados de todas partes del mundo, desde Sean Connery hasta Naomi Campbell o Britney Spears, todos atraídos por su acogedor piano bar.
La empresaria entró en el negocio del ocio nocturno en 1981, abriendo su primer local en París con su mismo nombre. Pionera, con su simpatía y don de gentes se abrió camino en un negocio de hombres hasta reinar y convertirse en una de las más importantes fortunas del sector. Fue, precisamente, en la capital malagueña donde Olivia se convirtió en una celebridad. Las personalidades más conocidas de los 80 y los 90: Julio Iglesias, Sean Connery, Elizabeth Taylor, Alain Delon, acudían asiduamente a su club, convertido entonces en uno de los epicentros del lujo y el ocio malagueño.
El nightclub, fundado en 1984, no forma parte de la herencia, ya que la empresa que lo explota pertenece a Xavier y a Carinne. Esta última nos cuenta, casi entre lágrimas, que Phillipe Roger no le ha permitido, desde el fallecimiento de su madre, explotar la terraza (el patio de la discoteca) que lleva su nombre, donde han 'pinchado' celebridades como Paris Hilton.