Terelu Campos y Carmen Borrego se han enfrentado al doloroso momento de vacíar la casa de su madre, el chalet que la inolvidable presentadora alquiló en Aravaca en 2021 tras vender su casa de la lujosa urbanización de Molino de la Hoz, situada en la localidad madrileña de Las Rozas. Los camiones de mudanza se agolpan en las inmediaciones de la residencia y Carmen ha confesado que es justo ahora cuando empieza a tomar conciencia de que su madre se ha marchado para siempre. "Esto es algo que ocurre en todas las familias cuando hay una pérdida tan grande como la de una madre y una abuela. El primer día que entras es muy duro porque no te atreves, pero luego me ha dado paz", ha dicho en Así es la vida, el programa de Telecinco en el que colabora.
La colaboradora, de 57 años, ha contado que tanto ella como su hermana y sus respectivos hijos ya tienen en su poder los objetos más personales de María Teresa. "Cada uno se ha llevado lo que ha querido. Así lo hemos querido, sin ningún tipo de ruido", ha explicado. "Las cosas que más quería mi madre están con nosotras, y tener ciertas cosas suyas en casa hace que la sintamos más cerca", ha añadido.
Alejandra Rubio, por su parte, también ha contado la herencia que ha recibido de su abuela materna. "Ya dije que quería el traje y lo tengo. Y libros. Además, recibí un mensaje de mi prima diciéndome que tenía una carpeta guardada con todos mis dibujos, que todavía no los he visto, así que me va a hacer ilusión verlo", ha declarado. Pero el recuerdo que más feliz le ha hecho ha sido encontrar el boceto de un programa que idearon juntas y que por desgracia nunca vio la luz. "Ella me escribía en un papel un programa que le hubiera gustado hacer conmigo. Íbamos escribiendo las cosas y lo tengo guardado".
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María Teresa, que falleció el 5 de septiembre a los 82 años, tenía muebles de gran valor, algunos de ellos adquiridos bajo el criterio del decorador Jaime Fierro, que falleció en 2009. Antes de vender su gran mansión, la periodista ya subastó algunas de sus pertenencias a través de la empresa Abalarte Subastas Internacionales. Era 2019 y en aquel momento se pudo pujar por una pareja de sillones de estilo Luis XV, un pianoforte en madera de caoba y limoncillo, un reloj de sobremesa Imperio en bronce dorado al ormolú de gran calidad o una mesa de biblioteca Regency en madera de caoba.
Según ha recordado Carmen, a su madre le costó mucho abandonar su casa de Molino de la Hoz, de 1.979 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 5.875 metros cuadrados, para instalarse en un ático de alquiler de 250 metros cuadrados y 140 de terraza. "Para mi madre fue doloroso salir de su anterior casa... Aquella mudanza le hizo mella. Fue salir de una casa grande a una pequeña y ahí se deshizo de muchas cosas. Mi madre tenía muebles muy buenos que compró con mucho cariño", ha señalado.
Ahora, tras su muerte, Carmen y Terelu subastarán el resto de muebles, porque, según ha contado Carmen, ya tienen sus respectivas casas montadas y no pueden quedarse con todos. Otros, en cambio, se trasladarán a la casa que María Teresa poseía en Málaga. "Las cosas de mi madre, sus zapatos, su ropa, sus cosas que no eran de la casa, que eran de valor sentimental, están repartidas entre sus hijas, sus nietos e, incluso, sus hermanos", ha matizado Carmen en el programa Vamos a ver.
Carmen ha confesado que ella solo se ha quedado con un mueble de la presentadora por el gran significado que tenía. "Yo sueño que estoy recogiendo los muebles de mi madre con ella y hay un mueble en concreto al que ella hace referencia y ese mueble, evidentemente, me lo quedo". También se ha quedado con una pashmina de su madre, la que llevó hasta sus últimos días. "Creo que no la voy a lavar nunca porque me la pongo y vivo a mi madre. El olor es algo que te une a ella", ha dicho emocionada.
De momento, las pertenencias de María Teresa no están expuestas. Pasarán varios días hasta que los veamos publicados en Abalarte Subastas Internacionales, ya que lo primero que tienen que hacer los anticuarios es ver las piezas, después tasarlas, catalogarlas y, por último, mostrarlas. Al parecer, los dueños de esta empresa, situada en pleno barrio de Salamanca, está recibiendo numerosas llamadas de personas interesadas en pujar por ellos.