La vida de Tori Spelling, de 50 años, no ha sido nada sencilla en los últimos meses. La actriz, hija de uno de los productores más poderosos de la industria, tenía una vida a todas luces tranquila junto a su marido Dean McDermott y sus cinco hijos, imagen que se rompió el pasado mes de junio después de dos décadas de matrimonio. Tras su separación, los problemas se le han multiplicado. El último desde luego le ha debido provocar un gran susto. La actriz, que ha alquilado una casa en la que reside con los niños (recordemos que tuvo que abandonar su hogar por el moho que había en su mansión), tuvo que ser evacuada por la policía después de un incidente con un vecino de la intérprete.
En las imágenes que han transcendido se puede ver a la actriz, con el gesto serio y gafas de sol, en la calle junto a otras personas mientras la policía se llevaba detenido a un hombre que, como se ha informado, se habría atrincherado en su casa con un arma. Hubo un gran despliegue de fuerzas de seguridad como ha transcendido. Una situación difícil que se une a la complicada etapa personal en la que se encuentra Tori. Antes de residir en esta vivienda de alquiler, la artista pasó un tiempo en una caravana con sus hijos Liam de 16 años, Stella de 15, Hattie de 11, Finn de 10, y Beau de 6.
En el mes de junio, tras anunciar su divorcio, tenía que abandonar su casa de Beverly Hills infestada de moho negro, un problema que estaba poniendo en riesgo la salud de sus hijos. Estos pasaban temporadas ingresados en el hospital con problemas respiratorios cuadros febriles y sensación de cansancio extremo. Se fue entonces a un motel por el que pagaba 90 euros la noche, pero fuentes cercanas deslizaron a la prensa que no estaba pasando por un buen momento económico. Su siguiente alojamiento fue la caravana, desde la que compartía imágenes realizando las labores domésticas.
La madre de la actriz, Candy, que tiene una fortuna valorada en 500 millones de euros, heredada del productor Aaron Spelling, ha asegurado que ayudaría financieramente a su hija si lo necesitaba (el productor solo dejó 800.000 euros a su hija). “Quiero a mi hija, la apoyaré en todo lo que haga. Siempre estaré aquí para ella”, destacó en TMZ. Algunas fuentes señalan que ha querido ayudarla con una nueva vivienda, pero que Tori se ha negado. A mediados del pasado mes de agosto además se supo que la artista había estado ingresada cuatro días, estancia tras la cual se la pudo ver abandonando el centro médico en silla de ruedas, desmejorada y con moratones en su rostro y ambos brazos.