La intensa agenda de Meryl Streep (74) en Oviedo continúa, esta vez con un encuentro marcado por el talento en mayúsculas. A las 19.30 horas, un abarrotado Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo ha servido como escenario de un esperado momento: la charla de la actriz con Antonio Banderas, una de nuestras estrellas más internacionales. El intérprete ha ejercido de anfitrión en España con "una grandísima actriz, a la par que gran amiga y recién y merecido Premio Princesa de Asturias de las Artes 2023". Ambos han mantenido una conversación sobre sus experiencias profesionales en la que el público también ha tomado la palabra para interesarse por esas partes más desconocidas de sus exitosas carreras.
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En el reencuentro ha quedado claro que este acto no solo ha unido a dos compañeros de profesión, sino también a dos personas que se admiran, se respetan y se quieren. Antonio, que está volcado en el recién estrenado espectáculo El fantasma de la ópera, del que es productor, ha presentado a Meryl con gran sentido del humor y mucha humildad: "Ella tiene 21 nominaciones y una. Solo me faltan 20". El público ha dedicado a la artista en su entrada una gran ovación con la que ella misma ha dicho sentirse como Taylor Swift.
El Goya de Honor 2015 ha recibido con una reverencia a la gran dama de Hollywood, con la que se ha fundido en un cariñoso abrazo y dos besos. Los afortunados que observaban la escena desde el patio de butacas (las entradas se han agotado en 26 minutos como indica La Nueva España) no han dejado de aplaudir durante esos emotivos instantes iniciales que han dejado claro que estábamos ante una tarde para el recuerdo.
Espontánea, sonriente y muy natural, ha explicado que su infancia siempre tuvo un gran peso la cultura porque se madre les inculcó su amor por el arte (era una apasionada del teatro) y su padre por la música, que él mismo componía. Durante un tiempo, sin embargo, pensó que ser actriz era "frívolo". Su debut nada tiene que ver con el brillo de Hollywood sino que tuvo lugar en la comuna donde vivía. "Hacíamos pequeñas obras de teatro por los pueblos, el cariño del público me atrapó, sentí la conexión". recuerda, detallando que con 15 años ya sintió esa atracción interpretando a un robot en el instituto. En esos instantes se dio cuenta que quería tomárselo en serio y se matriculó en la escuela de interpretación de Yale, a la que accedió con una beca y a la vez seguía trabajando de camarera.
Sandra Rotondo, miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de las Artes ha ejercido como maestra de ceremonias en esta charla de 75 minutos de duración llamada Sin guion que une de nuevo a Antonio y Meryl, a los que vimos trabajando juntos por última vez 2019. Coincidieron en la película de Netflix The Laundromat: Dinero sucio, cuya trama destapa el escándalo de los Papeles de Panamá y tienen a Gary Oldman y David Schwimmer completando el reparto. Su primer proyecto conjunto se remonta a 1993, cuando rodaron La casa de los espíritus. Banderas ha desvelado que cuando la conoció en el marco de ese rodaje estaba nervioso y muy cansado porque a la vez grababa Philadelphia junto a Tom Hanks.
Su paso por Asturias
La llegada de la ganadora de tres Oscar al Principado se produjo el martes y este miércoles ha protagonizado varios momentos para el recuerdo. A las puertas del Hotel de La Reconquista, donde será recibida el viernes por los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía en una audiencia previa a la ceremonia de premios, ha tenido una divertida bienvenida en la que no ha dudado en bailar al ritmo de las tradicionales gaitas. Después se ha trasladado hasta la fábrica de armas de La Vega para un encuentro con 500 adolescentes asturianos. En este acto se ha sincerado acerca de su carrera y ha escuchado entusiasmada los giros de guion que los jóvenes le han propuesto sobre sus películas más emblemáticas.