El talent culinario de MasterChef celebrity siempre forja amistades que de otra manera quizá no habrían comenzado. Aunque siempre hay rencillas durante el programa, cuando las cámaras se apagan es el momento de conocerse más a fondo e incluso sorprenderse con las facetas más personales de cada uno. Algunos de los aspirantes de esta edición se reunieron el pasado fin de semana en Ambiciones, donde Jesulín de Ubrique y su mujer María José Campanario ejercieron de anfitriones de una comida, reunión que ahora Tania Llasera ha comentado con sus seguidores. “Me lo pasé muy bien, ha sido muy divertido” contó la presentadora que reveló que su compañera Palito Dominguín había dormido en su sofá a su regreso a Madrid.
Aunque durante las primeras emisiones del concurso, Tania demostró bastante falta de sintonía con Jesulín, se confesó impresionada después de haber pasado con él varios días. “He dormido en Ambiciones, he conocido todo, ¡historia de España!” ha contado en referencia a la finca del diestro. Una de las cosas que ha sorprendido mucho a la presentadora es ese lado familiar del torero que no se ve ante las cámaras. “He visto a Jesús en muchas facetas que desconocía, por ejemplo con su niño. ¡Qué cosita! Tiene un añito, te lo comes”, dijo. El pequeño Hugo vino al mundo en junio de 2022 y es el tercer hijo de Jesús y María José, padres de Julia y Jesús. El diestro tiene además otra niña, Andrea, de su relación con Belén Esteban.
Otros compañeros compartieron también retazos del fin de semana como Álvaro Muñoz Escassi, que se encargó de ayudar en la enorme paella que degustaron. “Día para no olvidar y con buenos amigos. Gracias”. Estuvieron además María José Suárez, novia de Álvaro, Toñi Moreno, que fue con su hija Lola, y Samantha Vallejo-Nágera con su hijo Roscón. Al encuentro se sumó la modelo y actriz Blanca Romero, que demostró su arte bailando sevillanas y enseñó que también aprovecharon para darse un baño en la piscina gracias a las buenas temperaturas con las que ha comenzado el otoño.
Maria José Campanario lleva una vida alejada del foco público desde hace meses, aunque en esta ocasión se unió a los compañeros de su marido como perfecta anfitriona. Jesús se ha revelado como uno de los aspirantes más competitivos del talent culinario, algo que le ha provocado algún que otro enfrentamiento con sus compañeros. El torero ha dejado claro que su objetivo es ganar el premio y que para ello tiene que ir superando en habilidades a sus contrincantes. Siempre que tiene una ventaja no duda en utilizarla para perjudicar a quienes considera más fuertes, lo que le han reprochado en más de una ocasión. Aunque su relación con Tania no fue muy buena durante el programa, estos días de convivencia parecen haberles acercado un poco más.