La iglesia de San Miguel en Jerez de la Frontera (Cádiz) se ha engalanado este sábado para la gran boda de Victoria Elisabeth de Hohenlohe-Langenburg, duquesa de Medinaceli, con el asesor financiero de origen franco argentino Maxime Corneille. Miembros de la realeza, la aristocracia y la jet set acudían en torno a la una de la tarde al espectacular enlace de la noble con más títulos de Europa, en lo que era una cita por todo lo alto cargada de expectación.
La novia llegaba radiante al lugar en un carruaje clásico tirado por caballos, dibujando una enorme sonrisa en su rostro nada más bajarse del mismo. Se desvelaba en ese instante el secreto mejor guardado de la joven marbellí de 26 años, el majestuoso look elegido para dar el 'sí, quiero' a su prometido en esta jornada inolvidable.
Se trata de un diseño romántico de silueta encorsetada en blanco crudo con organza de seda, en el que varias capas se superponen para crear un juego de acabados mágico. La creación obra de una de sus amigas íntimas, Sol Prado, alma máter de la firma T.ba y quien precisamente ayudaba a la Duquesa con la larga cola del traje a su entrada al templo.
Llamaba la atención que Victoria no apostara por llevar tiara, teniendo en cuenta el lujoso joyero con el que cuenta su familia. La protagonista está al frente de una de las casas más importantes de España, y en su momento se convirtió en la duquesa más joven en la historia de los Medinaceli con apenas 19 años. Asumió ese título en 2016 con Grandeza de España que le acredita como descendiente directa del rey Alfonso X El Sabio, además de otros ya concedidos como el marquesado de Cilleruelo, el de San Miguel das Penas, el condado de San Martín de Hoyos y el condado de Ofalia.
De los duques de Huéscar a la princesa Miriam al-Ghazi de Jordania, los invitados a la boda
Las inmediaciones del lugar donde la pareja se ha dado el 'sí, quiero' se convertía esta mañana en un hervidero de personas que se agolpaban delante de la que es, sin duda, una de las construcciones más imponentes de Jerez. Inspirada en la catedral de Sevilla y en el monasterio de los Jerónimos de Belem en Lisboa, la iglesia de San Migeuel data del siglo XV y este sábado era el escenario elegido por los novios. Además, numerosas 'celebrities' se han casado aquí como Bertín Osborne y la recordada Sandra Domecq, así como las tres hijas que tuvo la pareja, Alejandra, Eugenia y Claudia.
Victoria de Hohenlohe llega a la iglesia del brazo de su hermano, Alexander
Con un precioso ramo de flores en su mano, la Duquesa ha entrado al templo del brazo de su hermano pequeño Alexander, dos años menor que ella y actual marqués de Navahermosa y duque de Ciudad Real. Las damas de honor sujetaban el largo velo del traje, mientras que una multitud de curiosos que había detrás de las vallas de seguridad inmortalizaban la escena con sus teléfonos móviles.
El ayuntamiento jerezano, por su parte, desplegaba un dispositivo especial en torno a dicha área para garantizar que estas horas transcurrieran con normalidad. No es nada habitual que la policía corte calles para una celebración de este tipo, lo que daba idea de la dimensión de esta boda en particular. Un día en el que, además, el ambiente era formidable ya que han podido gozar del sol y unas agradables temperaturas en torno a los 26 grados que reinaban en la localidad andaluza.
Maxime Corneille y la madrina
La iglesia de San Miguel, engalanada con flores
El novio, de elegante chaqué oscuro y corbata azul, se desplazaba hasta el lugar en un imponente coche de época. A continuación, caminaba junto a la madrina con semblante tranquilo y quizás algo nervioso antes de jurar amor eterno a su chica. La emoción por este momento único de felicidad se reflejaba también en Sandra Schmidt-Polex, la madre de Victoria, quien apostaba por un bonito traje azul con pamela.
Pamelas, tocados y mucho colorido en los looks de las invitadas a la boda de Victoria de Hohenlohe
Sandra Schmidt-Polex, madre de la novia
Herminia de Corneille, abuela del novio
Los invitados, a las puertas del templo
Herminia de Corneille, abuela del novio, tampoco ocultaba su dicha al ver pasar por el altar a su nieto. A partir de ahí, justo después se producía el instante en el que la pareja, ya convertida en flamante matrimonio, dejaba para la posteridad las imágenes más románticas de toda la mañana.
Conoce a los primos de la duquesa de Medinaceli
Al salir de la iglesia, entre otras muestras de afecto y cariño, Maxime besaba la mano de Victoria mientras entrelazaban sus dedos. Después, el citado protagonista también ayudaba a su esposa con el vestido cuando se subían ya juntos al carruaje y saludaban brazo en alto.
Nueva oleada de títulos nobiliarios para Victoria de Hohenlohe
Victoria de Hohenlohe y Maxime Corneille tras darse el 'sí, quiero'
Sobre los familiares más directos de Victoria de Hohenlohe, a quién seguro tenía ella en su mente y corazón en esta fecha tan señalada y para el recuerdo es a su padre Marco de Hohenlohe, el anterior Duque de Medinaceli, fallecido en agosto de 2016 en un hospital de Sevilla tras una larga enfermedad.
Guillermo, Máxima y Amalia de Países Bajos
Realeza, aristocracia y jet set entre los invitados al enlace
Entre los invitados de mayor rango que acudían a la boda estaban los reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos, acompañados por su primogénita, la princesa Amalia. También ha asistido Miriam al-Ghazi de Jordania con sus hijos: Boris, el heredero al trono búlgaro no reinante, y Beltrán, el pequeño.
Igualmente veíamos a los hermanos Rafael y Luis Medina, duque de Feria y marqués de Villalba respectivamente, tíos de la novia. El primero iba con su esposa Laura Vecino, y el segundo hacía lo propio con su pareja Clara Caruana. Una de las grandes ausentes al enlace fue la madre de los dos aristócratas, Naty Abascal, quien lamentó en su perfil público no haber podido acudir.
Miriam al-Ghazi de Jordania, con sus hijos Boris y Beltrán
Luis Medina y Clara Caruana
Ana Gamazo Hohenlohe, esposa del empresario Juan Abelló, era otra de las invitadas al igual que los duques de Huéscar. Había por tanto representantes de la Casa de Alba como son Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, que tienen una buena amistad con los recién casados. De hecho, a los cuatro se les vio juntos en una fiesta privada celebrada en el Palacio de Dueñas la pasada Feria de Abril.
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Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar
Más presentes en la boda eran Gonzalo Prado Prado, marqués de Castiglione de Aragón; Javier Fitz-James Stuart, conde de Montalvo, quien era captado por los reporteros gráficos junto a su hija Mencía; la aristócrata Hermine de Grunne; o Gonzalo López de Carrizosa Caballero, presidente de Trifersa, con su esposa Macarena Pérez Luna y Ruiz Mateos.
Emotivo funeral en memoria de Marco de Hohenlohe, XIX Duque de Medinaceli
La mayoría de los asistentes al enlace, que disfrutaron el viernes de una preboda en el Palacio de Campo Real de Jerez, han llegado al lugar a bordo de varios autobuses. La ceremonia religiosa era oficiada por el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, a quien Victoria de Hohenlohe conoce desde niña y con quien se citó hace meses para comenzar a perfilar los preparativos de la boda.
Ana Gamazo Hohenlohe
Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp
Así es la finca 'Salto al Cielo' donde se celebró el banquete de boda
Sobre el convite, los presentes se han dirigido posteriormente a la hermosa finca 'Salto al Cielo' para disfrutar todos juntos del no menos impresionante banquete nupcial. Situada a unos quince kilómetros del casco urbano jerezano, es propiedad desde mediados del XIX de la familia López de Carrizosa, íntimos amigos del recordado Marcos de Hohenlohe.
Ubicada en la campiña de Jerez y en San José del Valle, tiene una larga historia a sus espaldas. Cuentan archivos y leyendas que en el siglo XVIII los monjes cartujanos mandaron construir la segunda Cartuja de Jerez, que finalmente terminó en una pequeña capilla con una gran cúpula desde donde se otea el río Guadalete. Situada a 8 km de la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión, su nombre se debe a que allí los religiosos de la época que estaban enfermos o moribundos esperaban con calma su definitivo 'Salto al Cielo'.
Los Medinaceli, una noble familia descendiente de los Reyes de Castilla
Victoria de Hohenlohe se ha casado con Maxime Corneille cuando aún sigue sin resolverse el enfrentamiento por la herencia de la casa de Medinaceli que comenzó en 2013, aunque no fue hasta enero de 2021 cuando se destapó la guerra judicial que la joven y sus primos mantenían contra Ignacio de Medina, duque de Segorbe. Este sería el principal motivo que habría impedido a la Duquesa celebrar su enlace en el sevillano Palacio de Pilatos.
De momento, y aunque sea ella jefa de la casa, sus títulos están desligados del importante patrimonio familiar. El litigio en los tribunales se ha enquistado en el tiempo, Además la familia posee otros imponentes edificios como son el Hospital de San Juan Bautista (o Tavera) en Toledo, el Palacio de Oca en Pontevedra y la Sacra Capilla del Salvador, en Úbeda, Jaén.