Las cocinas de MasterChef celebrity no solo han sacado a la luz el lado más talentoso de los aspirantes sino que son el escenario perfecto en el que conocer un poco mejor su lado más personal. Esta edición del concurso está siendo un auténtico regalo para Blanca Romero, que ha confesado en varias ocasiones que el formato le ha devuelto la ilusión por salir y estar activa. Tras haber pasado varios años alejada del foco público en Asturias, la modelo y actriz ha reconocido que le encanta ponerse el delantal. Ha demostrado en las diversas pruebas que se esfuerza por aprender y que trata de dar lo mejor de sí para llegar a la final del programa. Con humor e ironía, responde a las bromas de los jueces e invitados y con sinceridad habla sobre las historias de su pasado sentimental.
Es precisamente una de ellas la que desveló durante la prueba por equipos que esta semana llevó a los concursantes a Toledo, al parque temático Puy du fou. Mientras estaba cocinando, la asturiana recordó que tuvo una aventura con Álvaro Muñoz Escassi en el pasado, cuando eran apenas unos adolescentes. “Debíamos tener 17 o 18 años” comentó Blanca que reconoció que el jinete era muy guapo. “Parecía un busto griego” dijo. Álvaro, que estaba escuchando la conversación de Blanca con sus compañeras Toñi Moreno y Laura Londoño desde la otra cocina, dejó a su equipo al escuchar su nombre para saber de qué hablaban.
Tras contárselo, la protagonista de Café con aroma de mujer preguntó al jinete qué había sentido entonces por Blanca, a lo que él respondió: “Yo estuve enamorado de Blanca en su día”. Romero rió sin creérselo del todo, explicando luego que incluso amenazó al jinete para que no contara lo que había pasado. “Terminó como tenía que terminar” dijo Blanca. “Luego nos hicimos colegas para toda la vida". Una anécdota por la que luego preguntaron los jueces, con quienes los protagonistas acabaron bromeando. “Él sí repetiría, yo no” espetó la modelo, a lo que el jinete recordaba que tiene pareja (tiene una estable relación con María José Suárez de la que ha hablado en varias ocasiones durante el concurso).
Una criticada broma
La sinceridad de la aspirante apareció de nuevo durante otra de las pruebas cuando frenó una broma del humorista Xavier Deltell. El cómico le tomaba el pelo pidiéndole un beso a lo que la asturiana replicó que no lo iba a conseguir. Le respondió Blanca con risas, pero de manera contundente, ante su insistencia, un momento no fue del agrado de los espectadores que criticaron la ocurrencia del humorista y exconcursante de MasterChef celebrity. Blanca Romero se ha convertido en una de las aspirantes más queridas por la audiencia gracias precisamente a sus respuestas, pues no tiene problemas en decir lo que piensa en todo momento. Su cocina también se está ganando el aplauso de los jueces (no siempre, claro) convirtiéndola en favorita junto a Álvaro Muñoz Escassi y Toñi Moreno.
El concurso se ha convertido en uno de los espacios de mayor éxito de la parrilla actual, acumulando cada semana un importante éxito de audiencia. En la entrega del pasado jueves 12 de octubre, la repesca congregó a una media de 1.300.000 espectadores y un 18,3% de cuota de pantalla. Además hasta 4.532.000 espectadores vieron en algún momento el programa, que esa noche se convirtió en el programa más visto en miles de espectadores y en cuota en lo que lleva de edición.