María Fernández-Rubíes nos habla sobre las secuelas de su segundo embarazo: ‘Me ha liberado contarlo’

La influencer se sincera ante ¡HOLA! y nos confiesa que no descarta pasar por el quirófano

HONINOS. MARTINA JÁUDENS Y MARÍA FERNÁNDEZ-RUBÍES JUNTO A SUS HIJOS

Te quedan x días gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Te quedan pocas horas gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Estás en tu periodo de prueba gratuita. Sigue disfrutando de ¡HOLA!+.

HOLA.com, tu revista en internet

Tu período de prueba gratuita en ¡HOLA!+ se ha activado con éxito

Disfruta de todo el contenido totalmente gratis durante 7 días.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Ya tienes una suscripción activa.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Cualquier madre o padre asegura que no hay experiencia que se parezca a la de tener un hijo. Bueno, sí, el nacimiento de otro. Es algo que bien sabe María Fernández-Rubíes, quien dio a luz a su segundo niño con el odontólogo Manu Losada el pasado 31 de enero. Pero esta nueva maternidad que está viviendo el pequeño Patricio le ha ocasionado a la influencer un pequeño problema de salud: diátasis. Se trata de una separación de los músculos rectos del abdomen, que le ha acarreado su segundo embarazo.

María no oculta que es un tema que le ha costado gestionar. Especialmente, porque trabaja con su imagen y cualquier imperfección puede ser objeto de críticas. Pero ella confiesa ahora a ¡HOLA! que, desde que ha hablado abiertamente sobre ello se ha quitado toda la presión.

Acceso a la versión digital
María Fernández-Rubíes, con sus hijos, Nicolás y Patricio.©Rosa Copado
María Fernández-Rubíes, con sus hijos, Nicolás y Patricio.

—Siendo influencer y trabajando tanto con tu imagen, ¿cómo te ha afectado tu problema de diástasis?
—Bueno, ahora que lo he contado, me he liberado. Ahora estoy mucho mejor. Pero está bien hablar sobre ello, porque es importante que la gente sepa lo que pasa.

—La verdad es que no se te nota.
—¡Porque me sé vestir! (ríe).

—Hay mujeres que terminan operándose para corregirse esta zona muscular. ¿Se te ha pasado por la cabeza la idea de operarte?
—Voy a ver si me recupero un pelín con tratamiento y deporte y consigo fortalecer la zona. Si no, creo que me operaré, sí. Es que el abdomen tiene que ser funcional. Si lo tienes abombado, es complicado.

—También pueden salir hernias.
—Ya las tengo. Ya veré… De momento, no me agobio.

“No cambio a mis hijos por nada. Estoy feliz con mi diástiasis por los niños que tengo”

—En realidad, es un problema habitual en mujeres y, especialmente, en aquellas que han tendio más de un hijo.
—También depende mucho del tema genético y del tejido que tú tengas, que el mío no era el mejor.

—Además, siendo tan delgadita…
—Sí, tuve mucha tripa.

—¿Te refieres a durante tu segundo embarazo?

—Sí. Ya veremos cómo evoluciona todo… También te digo que no cambio a mis hijos por nada. Estoy feliz con mi diástiasis por los niños que tengo. Todo tiene una solución. Si no, te adaptas.

—Lo importante es que no te genere ninguna inseguridad.
—Eso no. Más que inseguridad, es que la gente me seguía preguntando si estaba embarazada… De hecho, este verano me vieron en la playa y dijeron que estaba preparando un gender reveal. Y era como… ¡Pero si hace seis meses que he dado a luz! Lo que tengo es diástasis y tripa, pero no estoy embarazada. Más que inseguridad es un poco rollo. Pero ya lo he contado y ya está. No pasa nada.

María Fernández-Rubíes, en una imagen reciente.©maria.frubies

—¿Te gustaría tener más hijos?
—Sí. Quiero tener un tercero. Pero no de momento. Ya veremos.

—¿Cómo se encuentra Patricio? ¿Hay celos por parte de su hermano mayor?
—Sí, muchísimos (ríe). Está siendo un tema de punto y aparte (ríe).

—¿Cómo está siendo esta nueva etapa con dos hijos?
—Bien. Adaptándonos, porque hay que organizarse con dos niños y no es tan fácil. Pero estoy muy contenta.

—Dicen que es más complicado adaptarse a un segundo hijo que al primero.
—Estoy de acuerdo. El primero te cambia la vida, pero luego te apañas más y es más fácil el tema de la organización. Con dos, es más complicado. Creo que de dos a tres ya no se nota tanto.