Han pasado casi tres meses desde que Cristina Pedroche diera junto a su marido, David Muñoz, la bienvenida al mundo a Laia, su primera hija en común, que nació el 14 de julio en el Hospital Montepríncipe de Madrid. Después unas semanas enfocada de lleno en su niña, el motivo de su desbordante felicidad, y en el autocuidado durante un posparto no exento de dificultades, la colaboradora ha retomado su actividad profesional. La recién estrenada mamá, que el 30 de octubre soplará las velas de su 35º cumpleaños en un dulce capítulo vital, volvía este martes al plató de Zapeando, el programa de entretenimiento en el que colabora en LaSexta, un regreso nada fácil para ella que afrontaba con ganas, pero con las emociones a flor de piel. Ahora, pasadas veinticuatro horas desde entonces, se ha sincerado sobre cómo vivió su reaparición televisiva como tertuliana.
Los miedos irracionales durante su maternidad
Si este martes, tras ser recibida por Dani Mateo y el resto de sus compañeros, reconocía visiblemente emocionada que "si rascas, lloro" y que "de hecho, hoy llevo todo el día llorando", ahora ha contado con todo lujo de detalles los sentimientos y pensamientos que le afroraron e hicieron de su incorporación "una tarde dura para mí" pese a sus esfuerzos por que "no se me notara nada". "Ayer volví al trabajo en horario normal", ha empezado relatando en su perfil social, en el que suma tres millones de admiradores que siente como una verdadera familia virtual a la que puede acercar su lado más personal: "Sé que soy una afortunada porque amo mi trabajo, pero eso no quita que ayer me doliera el alma. Nunca me había separado tantas horas", ha continuado, haciendo referencia a su pequeña.
Tal y como ha señalado, diferentes temores empañaron su regreso a la pequeña pantalla, en especial, su "mayor miedo era que tuviera hambre y que no quisiera que le diera de comer mi madre": "Yo lo dejé todo preparado, mi leche en el congelador, jeringa (porque quiero que sea la primera opción jeringa-dedo) y biberón por si acaso, pero nada fue necesario". ¿El motivo? "Todo fue mucho más fácil de lo que mi cabeza me decía", ha subrayado, al tiempo que ha reflexionado sobre la cantidad de miedos irracionales que le está trayendo la maternidad, un aspecto que está trabajando apoyándose en ayuda psicológica.
La tajante decisión que ha tomado Cristina Pedroche respecto al futuro de su hija Laia
Luces y sombras en su vuelta al ruedo televisivo
Según ha narrado, una vez concluyó la grabación del espacio salió de las instalaciones "corriendo para llegar cuanto antes" y con mucha ansiedad: "Aunque ella estuvo durmiendo casi todo el rato, y cuando volví a casa me estaba esperando tan tranquila. Le di teta y comió con normalidad. Veremos la siguiente semana...", ha concluido. Unas palabras que se suman a la confesión que hizo durante los minutos previos a su vuelta al ruedo televisivo, cuando admitió que tenía "el corazón en un puño", pues se sentía vacía y con dolor de pecho: "Sé que estará muy bien cuidada y mimada por mi madre pero eso no quita que me duela. Mucho", apostilló.
Tras esta primera toma de contacto, la colaboradora madrileña quiere ir adaptándose al cambio, en el que hay luces y sombras, "poco a poco", una meta en la que, con toda seguridad, estará arropada por su red de incondicionales apoyos que no sueltan su mano. "Qué importante es saber que tienes a alguien que no te va a dejar caer", escribía hace unos días mencionando al chef, que la sorprendió con un gran ramo de rosas rojas en el que se leía la palabra "love".
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La bonita imagen de Cristina Pedroche con su hija que tiene mucho significado para ella