Está siendo una etapa complicada para los Martínez de Irujo, marcada por los reproches y los desencuentros entre los hijos de la recordada duquesa de Alba. Hace dos semanas todo saltaba por los aires con la entrevista televisiva que Cayetano dio a Ana Rosa Quintana asegurando que la relación con su hermana Eugenia no atraviesa un buen momento porque "se ha unido a otros hermanos y ha prescindido de mí, ya no me necesita, está contenta con su vida". La respuesta de la duquesa de Montoro llegó días más tarde: "Él se aprovecha de que los demás hermanos no abrimos el pico". Comenzaba así un cruce de acusaciones cuyo origen es económico y se remonta mucho tiempo atrás como detallamos a continuación.
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El malestar del conde de Salvatierra implica a Eugenia y también a Alfonso, duque de Híjar y segundo de los seis hijos de la duquesa de Alba y Luis Martinez de Irujo. Los tres componen una misma sociedad en la que están englobadas las fincas de cada uno y es precisamente este punto en el que nace el conflicto. ¿El motivo? Según contaba Paloma Barrientos en TardeAR, Cayetano pidió tres millones de euros al banco para poder hacer un embalse en su terreno, el cortijo de las Arroyuelas, y la obra no sale adelante al no existir consenso y, por tanto, no haber firma de las tres partes.
Los hermanos quieren tener la garantía de que ese dinero se va a devolver y no va a afectar a la sociedad en caso de algún impago. Para ello, piden que Cayetano aporte un aval de tres millones de euros. "No están avalados por la sociedad, están avalados por mí (los créditos). Lo que pasa es que están dentro de la sociedad porque el embalse está en la finca que está dentro de la sociedad. No sé por qué lo paralizan. No sé por qué me piden un aval por el mismo importe para la sociedad", decía el aristócrata visiblemente molesto por teléfono.
El pasado sábado, Cayetano y Eugenia coincidieron en el bautizo de Sofía, la hija pequeña de los duques de Huéscar. A su llegada a la parroquia de San Román junto a Bárbara Mirjan, el duque de Arjona recalcó que su único deseo es hacer el embalse "porque es la única forma de sobrevivir en la agricultura y la única manera de subsistir y de tener un futuro y un futuro para mis hijos, también para mi familia". Además, califica como milagro haber logrado la concesión para llevar a cabo el proyecto después de 25 años intentándolo y es rotundo: "No voy a consentir que me lo bloqueen". Pero en medio de esta situación también tendió la mano a sentarse a hablar con sus hermanos, poner un punto y aparte y empezar una relación.
La familia confía en la reconciliación
Desde el círculo íntimo de los Martínez de Irujo confían en que esa conversación se producirá y restan importancia al enfado. "No hay ni un cisma, ni hay ninguna rotura, simplemente hay unos ajustes que tienen que hacer con alguna en relación a algunos negocios que tienen, pero no es nada grave ni nada que se vaya a solucionar", aclaraba Narcís Rebollo, marido de Eugenia, a Europa Press. "Cayetano estoy seguro que ama a su familia y que tendrán diferencias como nos pasa a todos, en el trabajo, en las familias, pero nada, nada importante", añadía. Por su parte, Cayetana Rivera, también se ha mostrado confiada en que todo se va a arreglar y confirmaba que la relación que ella mantiene con su tío no se ha visto afectada.
La historia del desencuentro de Eugenia y Cayetano Martínez de Irujo que esta semana ha alcanzado su punto álgido