Nunca hasta ahora habíamos visto al matrimonio Beckham en la intimidad de su hogar y tras ver de principio a fin la docuserie de Beckham recién estrenada por Netflix podemos confirmar que más que ser un matrimonio perfecto, como siempre ha sido calificado, es un matrimonio normal, que se admira, que se quiere pero que también se hace bromas y se lanza pullas.
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Juntos desde hace 24 años, la complicidad y confianza entre ellos es tal que uno de los momentos que está dando más que hablar es aquel en el que David interrumpe a Victoria para que ésta rectifique un dato sobre su infancia provocando, inevitablemente, la sonrisa de los espectadores.
Todo sucede cuando la diseñadora está hablando sobre cómo fue su infancia y afirma que tanto ella como su marido provienen de familias de "clase trabajadora", algo que chirría a David, quien al escuchar esta declaración detrás de la puerta no duda en asomarse y decirles su mujer: "Di la verdad", a lo que Victoria responde: "estoy diciendo la verdad".
Ignorando a su marido, la exSpice continúa diciendo: "Entonces mi papá…" y él la vuelve interrumpir preguntándole: "¿En qué coche te llevaba tu papá a la escuela? Solo se necesita una respuesta". Ella intenta dar más explicaciones de las necesarias y Beckham insiste y dice "¿Qué coche era?" y ella contesta: "Depende".
Finalmente, Victoria Beckham da su brazo a torcer y resignada afirma: "En los ochenta, mi papá tenía un Rolls Royce", un coche de alta gama que confirma que no proviene de la clase trabajadora que ella señalaba, sino de una algo más superior. David Beckham contento con la respuesta de su mujer y le dice sonriendo: "Gracias".
Sin embargo, este no es el único vacile que intercambia la pareja que, conocedores tanto de sus puntos fuertes como de los débiles, convierten toda esta información en su mejor arma de ataque con ese punto divertido que hasta ahora desconocíamos y que convierten tanto al exfutbolista como a la diseñadora en un mucho más cercanos de lo que se podría imaginar.
Otro de los momentos más divertidos del documental es cuando Victoria y David en la cocina de su mansión de Londres mantienen una conversación, que en un principio debería ser rutinaria pero que debido a la picaresca de la diseñadora acaba degenerando en una anécdota. "Bueno me voy" le dice la diseñadora al exfutbolista. A lo que él contesta: "¿Hoy tiene un día ocupado? ¿a dónde vas?" y ella responde segura "Me voy a trabajar". David oliéndose la mentirijilla le pregunta de nuevo: "¿Te vas a trabajar?" A lo que la exSpice contesta: "Me voy al taller de moda". "No, en serio ¿a dónde vas realmente?" le insiste Beckham. "A la esteticista" acaba confesando Victoria con una sonrisa.
David, quien confiesa en el documental que su mujer es "muy muy fuerte, aunque a veces puede ser un incordio", pues tal y como admite el exfutbolista muchas veces tiene que ir detrás de ella recogiendo sus cosas, pone este hecho de manifiesto cuando cogiendo un salero que no esta colocado en su sitio correspondiente de la cocina le dice a su mujer: "¿Cariño, donde va esto? ¿lo recuerdas?" A lo que Victoria contesta sin darle importancia: "Si" mientras que Beckham lo lleva a su sitio, poniendo así de manifiesto el TOC que padece y que ya dio a conocer públicamente en 2016, el cual le empuja mantener todo limpio y en orden.
Pero si David "toma el pelo" a su mujer, Victoria no se queda corta y en el documental se muestra como en el mejor momento de su carrera profesional, la exSpice bautizó a su marido como "pelotas de oro" pues tal y como admite ahora la exSpice todo lo que tocaba lo convertía en oro y todo lo que hacía tenía una repercusión sin precedentes, ya fuera dentro o fuera del campo.
Respetuosa siempre con los compromisos de su marido, aunque a ella nunca le haya gustado el futbol, la diseñadora siempre siguió los pasos de su marido alrededor del mundo de Inglaterra a España, de España a Estados Unidos, de Estados Unidos a Milán, pero no de Milán a París, pues ahí, tal y como relata la propia Victoria, ahora, entre risas, decidió plantarse.
Y es cuando David decidió retirarse, él y Victoria planearon volver a casa y establecerse en Londres de nuevo, sin embargo, Beckham aún se guardaba un as en la manga y, reticente a colgar las botas, acabó fichando por el Paris Saint Germain tirando por tierras los planes de la diseñadora. "No habíamos visto a nuestras familias durante mucho tiempo, regresamos al Reino Unido y David volvió a hacer su movimiento estrella y dijo: "Me mudo" relata Victoria poniendo así de manifiesto la gran pasión de David por el futbol, por encima de todo y de todos, algo que para tranquilidad de Victoria ha cambiado drásticamente.