Las noticias que nos llegaban desde Italia nos dejaban casi sin aliento. Ya cuando Chiara Ferragni abandonaba de improviso la pasarela de París para coger a toda prisa un avión destino Milán todo nos hacía presagiar que nada bueno estaba pasando. Menos aún cuando, seguida por los paparazzi, la influencer entre las influencers no pasaba ni siquiera por casa y, desde el Aeropuerto Internacional de Malpensa, encaminaba sus pasos directamente al hospital Fatebenefratelli de la capital lombarda.
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Evidentemente, poco o nada tenía que ver su huida con el “salseo” al que nos tenían acostumbrados desde meses atrás, concretamente desde febrero con el famoso beso de Sanremo, sus celos profesionales, la espantada del rapero y el estreno de su docurreality… Era mucho más serio que todo eso. Fedez había vuelto a ser hospitalizado. De urgencia. Con pronóstico reservado. Toda la familia del cantante se reunía en torno a su cama. Solo sus padres rompían el silencio ante la insistencia de los periodistas y el alud de cariño que recibían por parte de sus fans y compañeros de profesión: “Seamos fuertes. Por él”, declaraba su padre Lucio Franco a las cámaras, mientras que Annamaria Berrinzaghi, la madre, triste y nerviosa, solo podía esbozar un “está así y así” con la voz trémula. Un país enmudecía.
Durante más de una semana, poco más trascendía de su estado de salud. Chiara habló por primera vez este jueves. Lo hacía vía Twitter. Una sola línea. Un corazón: “Os leo y os estoy agradecida”. Sin más preámbulos ni más detalles. Después, lo haría a las puertas del centro hospitalario interceptada por las cámaras, tras unas gafas oscuras. “Está mejor”, se limitaba a decir. Al mismo tiempo, Ansa, la agencia nacional de noticias italiana, publicaba un comunicado en el que se especificaba que su marido habría “mejorado levemente” aún dentro de su gravedad, un hecho que parecía confirmarse por la visita del pequeño Leone a su papá, tal y como pudieron ver millones de italianos por televisión, porque este suceso tenía a Italia en vilo. Informativos y programas de entretenimiento. Y no es para menos: Fedez es una auténtica estrella. De la música, de las redes, de la televisión. Un fenómeno social.
Cuenta con más de 14 millones de seguidores, es el jurado más carismático del programa más seguido de la televisión italiana, Factor X, y cuenta por éxitos millonarios cada uno de sus hits musicales. Su último gran éxito del verano, Disco Paradise, cuenta con más de 51 millones de reproducciones. El del año pasado, Mille, supera los 100 millones. No es extraño que el Ejecutivo de Meloni temblara cuando, con un adelanto confuso de uno de sus videoclips, parecía que el cantante iba a presentarse a las elecciones.... Máxime cuando, durante la pandemia, él y Chiara consiguieron, tan solo en 24 horas, 3 millones de euros para dar apoyo al Ospedale San Raffaele de Milán cuando la Covid parecía hacer cualquier esfuerzo inútil.
Sin embargo, muy pero que muy afortunadamente, este viernes, al mediodía, saltaba la noticia: el rapero podría ser dado de alta en las horas siguientes. Y poco después de las 17 horas, vía redes, toda la familia unida anunciaba que ya estaban juntos en casa. Juntos, pero aún temerosos: “Finalmente en casa. Gracias por todo vuestro cariño y vuestra cercanía, aunque nada se da por sentado por el momento”, rezaba el post compartido de la pareja de estrellas en IG con una foto en la que se podían ver las manos de Chiara y Fedez -aún con la cinta hospitalaria en la muñeca-, y las de Vittoria y Leone. Y, también, por supuesto, la zarpa de Paloma, su perrita Golden retriever.
Fedez llevaba hospitalizado desde el pasado 28 de septiembre y el cantante, visto su mensaje, aún permitiendo que vuelva a casa, no las tiene todas consigo... Fue una hospitalización de urgencia debido a una hemorragia interna provocada por la aparición de dos úlceras en la anastomosis, es decir, formadas cerca de las suturas de la operación a la que fue sometido en marzo de 2022 para extirparle un tumor cancerígeno en el páncreas. Fue el propio Fedez, apenas unas horas después de la operación, quien dio la noticia en Instagram. “Desgraciadamente, me encuentro hospitalizado debido a dos úlceras que me han provocado una hemorragia interna. Gracias a dos transfusiones de sangre ahora estoy mucho mejor. Doy las gracias al personal médico que literalmente me ha salvado la vida”, fueron sus palabras de la semana pasada. Pero no acabó ahí. La situación se agravó con una segunda hemorragia que se produjo más tarde y que requirió de una segunda intervención quirúrgica y de una nueva transfusión sanguínea.
Las úlceras “anastomosantes” se producen en contadas ocasiones, pero no son imposibles, tal y como ha declarado a Il Corriere della Sera el doctor Massimo Falconi, el cirujano que operó a Fedez en 2022, cuando el cantante se enfrentó al cáncer. Según explicó el facultativo, se trata de unas lesiones en la mucosa intestinal que se forman en la sutura de la operación, que pueden manifestarse con dolor abdominal, dificultad para comer y, raramente, hematemesis (vómitos de sangre), un síntoma que también aparecía en el cuadro clínico del artista.
Y es que la operación a la que se sometió el rapero, de tan solo 33 años, en 2022 no fue una nimiedad. “No se lo deseo a nadie”, dijo Fedez cuando superó la intervención. Se le extirpó la mayor parte del duodeno, la vesícula biliar, la cabeza del páncreas y un trozo de intestino. “Una operación muy importante”, como recordaba el especialista Falconi en el cotidiano lombardo. Y, aunque fue operado con éxito, sus problemas de salud no han cesado, aunque tampoco eso le haya impedido seguir trabajando. Eso sí, no siempre al 100% de sus facultades. Ciertos comportamientos, ausencias, etc... que se convertían en objeto de críticas infundadas y virales le llevaron a explicarse en sus redes y a confesar que las fuertes medicinas que se ha visto obligado a tomar por preescripción médica durante el último año le han causado efectos secundarios que desconocía.
Como fue el caso, por ejemplo, de tics nerviosos en la boca que le impedían hablar con fluidez, lo que para un cantante y showman televisivo significa no sentirse desprovisto de su herramienta fundamental del trabajo cuando no, una profunda inseguridad. Estos episodios le llevaron a paralizar inmediatamente el tratamiento farmacológico provocándole un efecto rebote tanto físico como psicológico. Es más, para Fedez, tal y como él mismo ha contado en sus reels, los medicamentos han sido un factor más en su crisis matrimonial con Chiara porque, a causa del trauma que le provocaron la enfermedad y sus efectos colaterales, tuvo que recurrir a los antidepresivos. “Sufrí una neblina muy importante a nivel cognitivo y fuertes espasmos musculares en las piernas que me impidieron caminar durante varios días”, confesó en su momento el italiano.
Y así, mientras Fedez permanecía hospitalizado y Chiara Ferragni y los familiares de él lo acompañaban, las hermanas de la influencer, Valentina y Francesca, también cancelaban todos sus compromisos para estar cerca de la pareja. Y de Leone y Vittoria, sus hijos, al cuidado de los abuelos maternos y de la perrita Paloma, ajenos al drama familiar y al revuelo mediático suscitado en el país de la bota. La pequeña Vittoria, por ejemplo, aparecía vestida de Elsa de Frozen en un story publicado por su tía Valentina porque, aunque el pasado 6 de septiembre los niños comenzaron el cole, con el repentino ingreso hospitalario de sus papá, estos días ambos se han quedado en casa.
Y es que, por su frenética actividad de los últimos meses, el cáncer de Fedez parecía ser cosa de un pasado muy lejano cuando, sin embargo, no era así. De hecho, los médicos culpan a esa excesiva agenda y al estrés, la seria recaída del cantante. Por un lado, el pasado febrero, emocionalmente fue duro para la pareja. En HOLA Plus ya contamos en su día lo que después, en la segunda parte de The Ferragnez, la pareja ha explicado en primera persona. Primero, los celos profesionales cuando Chiara fue llamada para ser la maestra de ceremonias de las galas del Festival de Sanremo que paralizan el país y que impedían al cantante participar como concursante; después, el polémico beso del cantante con Rosa Chemical que, por contra, ensombreció el encendido discurso y alegato en pro de la mujer que la empresaria había hecho días antes; Fedez salía del domicilio familiar; los contratos laborales convulsionaban… para, al final, llegar a la reconciliación.
Por otro lado, Fedez ha mantenido todos sus compromisos musicales, televisivos y benéficos firmados. Compromisos que no han cesado ni siquiera en verano. El pasado junio, volvió protagonizar la gala Love Mi, un gran evento, previo al Pride milanés, con el que el rapero, para recaudar fondos para los hospitales infantiles, tomó la piazza del Duomo con más de 30 artistas internacionales y una multitudinaria acogida de público. El aforo fue superaba las 80.000 personas y aún así, 20.000 persona quedaron fuera del recinto.