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Simone Biles ha vuelto a hacerse con otro oro mundial. La gimnasta, considerada una de las grandes estrellas del deporte, conquistó este viernes su sexto Campeonato del Mundo de Gimnasia Artística, disputado en Bélgica. La estadounidense, tras dos años fuera de las pistas para tratar de cuidar su salud mental, ha regresado con más fuerza que nunca, brillando como siempre en las competiciones. Y es que, aunque parezca que ha tenido una ascendente carrera profesional, la joven de 26 años se ha visto afectada por intentar preservar su bienestar emocional en los últimos tiempos.
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Los pasados Juegos Olímpicos de Tokio fueron el detonador por el cual la estadounidense se alejó de las competiciones. Todos los focos estaban puestos en ella, pero sobrepasada por la presión, decidió retirarse por su salud mental. Sin abandonar por completo Tokio, después de hacerse con la medalla de bronce en la barra de equilibrio, la deportista declaró que sufría un bloqueo mental denominado "twiste", un término muy común en la gimnasia artística donde los deportistas sufren episodios de desorientación mientras se encuentran en el aire. Durante sus días en la ciudad nipona, además, Biles también tuvo que hacer frente a la pérdida repentina de su tía.
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Todo lo que ha tenido que superar para llegar de nuevo a lo más alto
Recordemos que Simone fue una de las víctimas de abuso sexual del médico Larry Nassar y, desde entonces, ha sido defensora de la importancia del bienestar psicológico. Fue en 2018, cuando la ganadora de más de 21 títulos mundiales comunicó en su perfil público la pesadilla que había sufrido durante varios años por los abusos por parte del doctor. En unas declaraciones, la estadounidense se sinceró y reveló que, durante este tiempo -en el que no dejó de competir-, sufrió una gran depresión: "Estaba muy deprimida. Dormí mucho porque, para mí, era lo más parecido a la muerte sin dañarme. Fue un escape de todos mis pensamientos, del mundo, de lo que estaba sucediendo", desveló a Vogue.
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"Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar. Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos", manifestó la gimnasta tras su primera retirada en los JJOO.
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Simone Biles sonríe de nuevo
Siendo consciente de que la salud está por encima de cualquier triunfo, Simone Biles decidió hacer un parón y comenzar una carrera de fondo para trabajar en sí misma. Durante este tiempo, uno de sus pilares fundamentales, y que le ha ayudado a continuar el camino, ha sido su marido Jonathan Owens, el jugador de fútbol americano de los Houston con el que se casó el pasado mes de abril de este año. Una pareja que, unida por el deporte, empezó a escribir un nuevo capítulo en sus vidas. Ahora, tras dos años de ausencia, Simone Biles vuelve a sonreír encima de un podio, feliz de regresar por todo lo alto a lo que es su pasión, la gimnasia.