Pablo Urdangarin sigue cosechando triunfos junto a su nuevo equipo, el Fraikin BM Granollers de balonmano, el último, el que lograron el pasado viernes 29 de septiembre, al vencer por 32-24 al Blendio Sinfín. Como es habitual, su novia y mayor seguidora, Johanna Zott, se encontraba en las gradas, ya que intenta no perderse ningún partido. En esta ocasión estuvo acompañada de su madre, Elena Sophie, y al finalizar el encuentro celebró la victoria del hijo de la infanta Cristina, al que dedicó un tierno abrazo.
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Aunque la pareja está muy ilusionada y no esconde sus sentimientos, suele mostrarse discreta en público, prodigándose muestras de cariño pero sin demasiada efusividad. Sin embargo, el pasado fin de semana, el sobrino de Felipe VI y la jugadora de voleibol se mostraron más románticos que nunca.
Johanna está muy integrada en la familia Urdangarín Borbón y tiene una complicidad especial con Irene
Pablo y Johanna aprovecharon que el deportista tenía el día libre para salir a pasear y realizar algunas compras, por el centro de Barcelona. Mientras recorrían diferentes tiendas de ropa, caminaban cogidos de la mano, dándose abrazos y apasionados besos, ajenos a las miradas del resto de la gente.
Mediático
Y eso que el segundo de los cuatro hijos de doña Cristina e Iñaki Urdangarin suele tener un enjambre de fotógrafos siempre cerca. No hay que olvidar que se convirtió en el más ‘mediático’ de sus hermanos, tras la separación de sus padres. En aquel entonces, el joven deportista dio una gran muestra de madurez y buena educación, y se ganó a todo el mundo como el portavoz improvisado de su familia en un momento muy difícil, y el interés por su vida creció de manera exponencial.
Volviendo al día libre de Pablo Urdangarin, después de hacer varias compras, el deportista y su novia se fueron a comer a un restaurante de la Ciudad Condal conocido por su terraza panorámica. Allí estuvieron degustando un almuerzo a base de especialidades de la gastronomía típica catalana, mientras disfrutaban de increíbles vistas a la montaña y a la ciudad de Barcelona.
De la mano y abrazados, Pablo y Johanna recorrieron varias tiendas del centro de Barcelona y, ajenos a las miradas de la gente, protagonizaron escenas muy cariñosas
Tras el almuerzo, la pareja regresó a casa en la moto de Johanna, que era quien conducía, llevando a Pablo, como se suele decir coloquialmente, ‘de paquete’. La jugadora de vóley, disciplina deportiva que desarrolla en la categoría sénior B del Club Voleibol Esplugues (Llobregat), ha demostrado ser un gran apoyo para Pablo, tanto en el ámbito deportivo como en el personal. De hecho, se ha integrado a la perfección en la familia Urdangarin, con los que tiene una excelente relación, especialmente con Irene, con la que siempre ha mostrado una gran complicidad.
La cita de las dos familias
Así se puso de manifiesto a primeros de septiembre, cuando toda la familia, con la excepción de Juan Urdangarín, que se encontraba trabajando, acudieron al Palacio de los Deportes de Granollers para ver jugar a Pablo. Era el debut del nieto de don Juan Carlos y doña Sofía en la Liga Europea de balonmano.
La cita supuso el reencuentro de sus padres, Iñaki y Cristina (que se mostraron cercanos y cariñosos), y a la misma no faltó Johanna acompañada también por sus padres, Chris Zott y Elena Sophie, y sus hermanas. Todos se saludaron con mucho cariño, demostrando que la joven es una más en la familia Urdangarin Borbón. Una vez finalizado el encuentro, la hermana de Felipe VI y sus hijos se fueron a casa de la familia de Johanna, donde almorzaron y se quedaron disfrutando de la tarde.