Miriam de Ungría reapareció en Madrid, su querida ciudad natal, días después de celebrar su 60 cumpleaños y su primer aniversario de boda con el príncipe Ghazi bin Muhammad , primo hermano del Rey Abdalá. La diseñadora de joyas, que lleva una vida muy discreta, acudió al estreno del documental Gustavo Cisneros: sin descanso, que repasa la fascinante vida del empresario desde su infancia, en Caracas, hasta su éxito global, enfrentando grandes desafíos.
Gustavo Cisneros es una persona muy cercana a la princesa y, al igual que su amiga Elena Cué, con la que comparte pasión por el arte y el mundo de la joyería, quisieron estar a su lado en la presentación de este biopic producido por el cineasta Carlos Oteyza, que se emite en Prime Video y Pluto TV. Rodado entre Madrid, Santo Domingo, Miami, Nueva York y Caracas, intervienen en este documental, entre otros, su esposa, Patricia Phelps, y su hija, Adriana Cisneros, que ahora es la CEO del grupo empresarial con enorme presencia en la industria de los medios de comunicación, inversiones inmobiliarias y productos de consumo.
Su hogar
Elena Cué, empresaria y escritora experta en arte, vive en Madrid con su marido, Alberto Cortina, con el que tiene una hija, Alejandra, de 17 años. Y Miriam está feliz en Jordania, donde ahora tiene su hogar, después de haber residido en Londres los últimos años. La princesa está perfectamente integrada en la corte hachemita, donde ha sido recibida con los brazos abiertos y es una más entre las princesas jordanas. Lo pudimos ver hace tan solo unos meses en las bodas de los príncipes Hussein, heredero al trono, e Iman de Jordania, hijos de los Reyes Abdalá y Rania.
Apoyó, junto a Elena Cué, a su amigo el empresario Gustavo Cisneros, en la presentación de su documental
La princesa hizo un cambio radical de vida, pero, contrariamente a lo que se ha publicado, no recibió un nuevo nombre cuando contrajo matrimonio. Se le ha atribuido el de Maryam, pero sigue siendo Miriam y, ahora, princesa Miriam Ghazi. Asimismo, y según diferentes informaciones, hemos podido saber que no se ha convertido al Islam, como se había dado por hecho, y que continúa siendo cristiana ortodoxa. Esta es la fe que abrazó después del gravísimo accidente de coche que tuvieron en 2008 —su marido, el príncipe Kardam de Bulgaria, falleció en 2015 debido a las secuelas— y continúa practicando, aunque fue bautizada como católica.
En la actualidad, además de princesa de Jordania, Miriam lleva los títulos de princesa de Tírnovo y princesa de Bulgaria, al igual que sus hijos: Boris, príncipe de Tírnovo, que cumple 26 años el 12 de octubre, y ha sido designado por su abuelo el Rey Simeón como ‘guardián de la Corona’, y Beltrán, príncipe de Bulgaria, de 24.