La localidad gaditana de Medina-Sidonia se convirtió en el epicentro de la alta sociedad española , este fin de semana. Distintas personalidades de la aristocracia, del mundo de la política y la élite empresarial se dieron cita en la boda de Javier Prado Benítez y Catalina Vereterra, cuya ceremonia religiosa tuvo lugar en la Iglesia de Santa María La Coronada. Es el mismo templo gótico-renacentista —del siglo XVI— en el que contrajeron matrimonio los padres del novio, Borja Prado y Eulate —antiguo máximo responsable de Endesa y actual presidente de Mediaset— y Pilar Benítez, en 1990.
Catalina Vereterra, que pertenece a una importante familia asturiana de origen aristocrático, llegó radiante al altar con un traje diseñado por Flor Fuertes y una favorecedora tiara con brillantes. Lo hizo del brazo de su padre, el abogado Luis Vereterra, quien lució el uniforme del Real Cuerpo de la Nobleza de Granada.
Entre los 800 invitados figuraron José María Aznar, Ana Botella, el expresidente francés Nicolás Sarkozy y su mujer, la top Carla Bruni, que cantó
Javier Prado Benítez, que se dedica a las finanzas, guarda otro vínculo con la Familia Real: es nieto del diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal, el que fuera durante décadas administrador privado del Rey Juan Carlos, además de amigo íntimo. De ahí la presencia de la infanta Cristina , que fue vestida de Max Mara y acudió en representación de su familia. La hermana de Felipe VI entró en la iglesia del brazo de Borja Prado Benítez, hermano del novio, y no pasó desapercibida. Es más, algunos lugareños la pararon para fotografiarse con ella.
La infanta Cristina no fue la única invitada que captó la atención de los curiosos. Entre los cerca de 800 asistentes, figuraban numerosas personalidades destacables, tal y como decíamos anteriormente. Por ejemplo, del mundo de la política, fueron desde José María Aznar y Ana Botella, a Nicolas Sarkozy, quien guarda una estrecha relación con la familia Prado. El expresidente de Francia fue con su tercera mujer, la cantante y top model Carla Bruni, y también con uno de los hijos de su primer matrimonio: Jean Sarkozy, que es managing director de Peninsula Capital, fondo de capital de riesgo que comanda Borja Prado y en el que trabaja el novio, Javier Prado Benítez.
La infanta Cristina fue en representación de la Familia Real. El novio es nieto del desaparecido Manuel Prado y Colón de Carvajal, administrador privado y amigo del Rey Juan Carlos
De la esfera empresarial y financiera se encontraban Juan Abelló y Anna Gamazo Hohenlohe. Allí coincidieron con uno de sus cuatro hijos, Christian Abelló, y la pareja de este, la paisajista Nena Malo. No faltó ni Helena Revoredo, dueña de la empresa de seguridad Prosegur —una de las treinta personas más ricas de España—, ni el matrimonio formado por Alberto Cortina y Elena Cué, una de las más elegantes gracias a su diseño de Johanna Ortiz.
La novia deslumbró con un vestido de inspiración romántica entre elegantes invitadas como Inés Domecq y Elena Cué
Otra de las invitadas que generó un gran interés fue Myriam Ungría , espléndida a sus 60 años recién cumplidos. La que fuera mujer del recordado príncipe Kardam de Bulgaria acudió sin el príncipe jordano Ghazi bin Muhammad, con quien se casó hace ahora un año. Por su parte, Lapo Elkann, el heredero de los Agnelli, estuvo acompañado por la expiloto de rallies portuguesa Joana Lemos, con la que celebrará su segundo aniversario de boda este mes. Entre los asistentes, estaba otro corredor de coches, Carlos Sainz, con su mujer, Reyes Vázquez de Castro.
En compañía de su marido, Javier Martínez de Irujo y Hohenlohe, marqués de Almenara, Inés Domecq volvió a deslumbrar. Lo hizo con un favorecedor vestido de Roberto Diz, mientras que sus dos hermanas, Curra y Mercedes, apostaron por diseños de Inés. La mayor de ellas se ocupa del negocio familiar de fabricación de barricas que levantó su padre, mientras que Mercedes Domecq está desarrollando una nueva área de negocio de la firma de la marquesa de Almenara. Por su parte, Myriam Lapique disfrutó de la velada con su hermana Cari y de Nuria González, que fue sin Fernando Fernández-Tapias.
La sorpresa de Carla Bruni
Tras la ceremonia religiosa, los novios se reunieron con todos sus invitados en la finca familiar de El Toñanejo . Es la dehesa en la que Pilar Prado, hija del presidente de Mediaset, gestiona su ganadería, Torrealta. En este enclave único, se sirvió la cena: crema de marisco, roast beef con puré de patata y verduras y, de postre, tarta árabe. La celebración contó con música directo de una orquesta y una actuación de Los del Río. Pero una de las grandes sorpresas la protagonizó Carla Bruni, que se animó a cantar. Sin duda, uno de los numerosos momentos que hicieron de la boda de Javier Prado Benítez y Catalina Vereterra una velada única.