"Odio tener la habitación desordenada" confesaba David Beckham ante la cámara cuando era apenas un adolescente y ahora que tiene 48 años, el exfutbolista sigue odiando el desorden, tal y como se puede ver en el nuevo documental sobre su vida en Netflix.
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Perfeccionista y meticuloso con todo aquello que hace, David, quien en 2006 ya confesó que padecía un Trastorno Obsesivo Compulsivo, va detrás de sus hijos y también de su mujer recogiendo aquello que dejan por el medio e incluso cuando todo el mundo está acostado. "Cuando todos están durmiendo yo voy por la casa limpiando las velas, encendiendo las luces correctamente y asegurándome de que todo está en su sitio porque odio despertarme y que haya plato, tazas y tazones por el medio. Es agotador" declara el exfutbolista.
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"Corto la mecha de las velas y limpio el soporte. Esta es mi manía favorita... Lo sé, es raro, pero lo hago" añade Beckham. "Es tan perfecto...", dice la exSpice Girl con cierta ironía, a la vez que manifiesta lo mucho que lo aprecian ella y sus hijos. "'No crean eso ni por un segundo. Suena tan sarcástica cuando lo dice", interviene David mientras bromea con el equipo de producción del documental.
Cocinero en su tiempo libre, pues algo se le ha pegado de su gran amigo el chef Gordon Ramsay, David deja después la cocina como si nada hubiera pasado. "La limpio a conciencia" declara el copropietario del Inter de Miami. Pero no solo es un "maniático" de la limpieza, sino que su perfeccionismo va un paso más allá y hasta le gusta tener las cosas colocadas en la posición correcta y por colores y buena prueba de ello es cómo tiene ordenado su armario.
David, cuya imagen podría confundirse con la de un hombre despreocupado, prepara cada semana meticulosamente la ropa que va a ponerse, ordenándola de lunes a viernes en un burro de su habitación. Además, coloca todas las prendas por colores y texturas y ordena sus camisetas y calcetines de forma de que en un solo vistazo pueda verlos todos.
Beckham, quien tampoco sale de casa sin haberse peinado correctamente, ha revelado en otras ocasiones que "le encantaría" librarse del TOC, pero que "no puede detener" su comportamiento compulsivo, tanto es así que ha legado incluso confesar que durante su etapa en el Real Madrid no les contó a sus compañeros que sufría este trastorno para que no le ocurriera lo mismo que con sus amigos del Manchester United, el equipo en el que jugó anteriormente.
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"Cuando nos hospedábamos en hoteles, venían a mi habitación y yo pensaba que querían charlar, pero, en realidad, venían a desordenar todo y cuando se iban era evidente que habían cambiado muchas cosas y yo lo tenía que volver a colocar todo" confesaba el exfutbolista, quien hoy en día aún continúa dejando todo impecable a su paso.