Tras la muerte de su madre y su hermano en mayo de 1995, Rosario Flores recuperó la alegría de vivir gracias a su hija Lola. La artista dio a luz el 2 de octubre de 1996 en la madrileña clínica Santa Elena. La pequeña pesó al nacer 3,300 kilos y Rosario siempre sostuvo que fue un regalo del cielo. "Yo me quedé embarazada a los seis meses de irse mi hermano. También sé que me la mandó mi madre para que no me volviera loca, porque yo lo único que quería era destrozarme, me maltrataba", confesó en el programa de Bertín Osborne.
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Aquella niña que un día le salvó la vida acaba de cumplir 27 años y la cantante ha querido felicitarla públicamente con esta preciosa foto de su álbum familiar. "Felicidades. Cumples 27 años, orgullo de madre, el sol de mi vida, la niña de mis ojos. Te quiero con toda mi alma", ha añadido.
Según ha contado Rosario, la joven "escribe y pinta de maravilla". Pero también ha dado sus primeros pasos delante y detrás de las cámaras. Ha debutado como actriz en la película Eco, del director Miguel Serra; ha sido asistente de casting en la serie Dime quién soy, protagonizada por Irene Escolar; y ha trabajado como ayudante de dirección en una de las series que más éxito ha cosechado estos últimos tiempos, Juego de tronos.
Pese a ello, Lola sigue siendo la gran desconocida de las Flores, al igual que su hermano Pedro Antonio, el hijo que Rosario tuvo hace 17 años con su marido, Pedro Lazaga. "Mi hija está dentro del cine, le encanta. Puede ser la primera estrella como actriz o como quiere, tiene la piel muy bonita. Mi hija trabaja en el cine y se pone ahí a decir a la gente que se calle y nadie sabe quién es", manifestó la cantante en el programa Joaquín, el novato, de Antena 3.
Rosario siempre ha luchado por el anonimato de sus hijos. "Me encantaría que los conociérais, pero quiero darles la libertad de que ellos elijan lo que quieren ser", dijo en una entrevista concedida a El show de Bertín. "Yo lo que quiero es que sean libres. Mi gran orgullo como madre es que van por la calle y nadie los conoce. Y eso es una libertad muy grande porque yo he sido muy conocida desde pequeña y no nunca he sido libre", reflexionó.
La joven, a la que cariñosamente llaman india gitana, finalizó sus estudios de Bachillerato en Londres, donde trabajó como modelo. Lola adora la fotografía, viajar, visitar museos, ir a conciertos y, sobre todo, pasar tiempo en familia. Es muy amiga de Lucía Fernanda, la hija de Antonio Carmona y Mariola Orellana, y mantiene una relación muy especial con su primo Guillermo Furiase.
Lola es fruto de la relación que Rosario mantuvo con el argentino Carlos Orellana, al que conoció mientras estaba de gira por el país latinoamericano. Aunque lo intentaron todo, el amor no fue suficiente y la pareja se separó un año después del nacimiento de su hija.
A pesar de la ruptura, Carlos decidió quedarse en España para poder estar cerca de la niña y, tras intentar ganarse la vida como actor o modelo, finalmente se dejó llevar por su gran pasión, la biodanza y montó un estudio en Vitoria junto a su mujer actual, con la que ha tenido otros dos hijos.