Clamorosa ha sido la despedida de Julián López 'El Juli' de los ruedos. Después de salir por la puerta grande de la Monumental de Las Ventas en Madrid, el diestro se despidió de Sevilla cortando una oreja en la Real Maestranza de la capital hispalense ante una lluvia de rostros conocidos y aficionados de la tauromaquia, que no quisieron perderse la última tarde del torero madrileño.
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Arropado por su esposa, Rosario Domecq, madre de sus tres hijos, puso el broche de oro a 25 años de exitosa trayectoria en Sevilla, la ciudad que fue testigo de sus siete Puertas del Príncipe a lo largo de su trayectoria y de la que se despedía muy emocionado. 'El Juli' recibió la última ovación de la Maestranza y se marchó como una gran figura que ha marcado una época en la tauromaquia.
Tras torear el último toro de su carrera, Julián López 'El Juli' y su esposa, Rosario Domecq, se reunieron con sus familiares y amigos en una cena de despedida llena de emoción organizada en el restaurante El Balcón Río Grande de Sevilla, a orillas del río Guadalquivir y frente a la majestuosa Torre del Oro, símbolo de la ciudad.
A su llegada al lugar de la celebración, el torero compartía sus primeras impresiones tras la corrida y se mostraba firme en su decisión de cortarse la coleta. "De momento se ha acabado una etapa muy importante, muy bonita y ahora toca descansar. A disfrutar de la familia y de un tiempo tranquilo", destacó. Del mismo modo, recalcaba lo impresionante que ha sido para él el cariño y la entrega del público en una tarde digna del recuerdo. "La verdad que ha sido un sueño, como ha fluido y muy agradecido con el cariño del público que ha sido algo inolvidable. Ha sido algo realmente emocionante". Son días de fuertes emociones para el torero. Mañana 3 de octubre, cumplirá 41 años y lo hará rodeado de toda su familia, su esposa y sus tres hijos, los mellizos Rosario y Fernando y la más pequeña Isabel. "Los celebramos todo junto", concluyó el diestro.
A su cena de despedida acudieron el torero José Mari Manzanares, que llegó en compañía de su esposa, Rocío Escalona, tras haber disfrutado de la última tarde en los ruedos de su gran amigo y cuyo cartel lo completaron Sebastián Castella y Daniel Luque. Nuria González, esposa del empresario Fernando Fernández Tapias, y Cari Lapique, espoosa de Carlos Goyanes, habituales de las corridas de toros, se mostraban encantadas junto a un grupo de amigos de poder haber sido testigos de la última faena de 'El Juli'.
Entre los invitados también figuraban Alma Bollo, hija de Raquel Bollo, y Niña Pastori, que llegaba con su marido Julio Jiménez Borja 'Chaboli'. La cantante se deshacía en elogios hacia 'El Juli': "Como amigo, maravilloso, y como artista y como torero, quita el sentido", decía a los micrófonos de Europa Press.
Alejandra Osborne tampoco se perdía esta gran celebración. La hija mayor de Bertín Osborne, ajena a todo el revuelo mediático de su padre y su próxima paternidad, le deseaba toda la felicidad del mundo a su amigo Julián y acudía a la velada dispuesta a pasárselo bien entre amigos.
Mari Ángeles Grajal, acompañada de un matrimonio amigo, coincidía en el mismo restaurante con 'El Juli' y sus invitados, aunque no estaba en la celebración. La viuda de Jaime Ostos quiso dedicar unas palabras de admiración hacia el maestro: "Yo le conocí con once años toreando en el Escorial. Hoy ha salido a puerta gayola a recibir al toro como si fuera un novillero pidiendo una oportunidad. Eso es un testamento que deja ahí de tauromaquia maravilloso para todos".