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Han pasado más de dos décadas de su muerte en un fatídico accidente de tráfico, pero su recuerdo sigue más vivo que nunca. Su elegancia y su sentido del estilo la convirtieron en todo un referente de moda, y es por ello que, a día de hoy, Lady Di continúa inspirando a nuevas generaciones. También en el mundo nupcial.Sin ir más lejos, la última novia que se ha inspirado en la princesa de corazones en el día de su boda ha sido Ana Peleteiro. La atleta gallega, que dio el ‘sí, quiero’ el pasado sábado, 23 de septiembre, a Benjamin Compaoré en el Pazo de Miradores, en Pontevedra (Galicia), sorprendió a sus invitados luciendo un original choker de perlas con un cristal de color azul, en el centro, de Svarovski.Una pieza, realizada de forma artesanal por la firma Diane Onlooker, que emulaba a una de las joyas más preciadas de Diana de Gales. Un choker de siete hilos de perlas y un impactante zafiro que perteneció la Reina Madre -Elizabeth Bowes-Lyon- y que Isabel II le regaló cuando se casó con el príncipe Carlos. De su baile en la Casa Blanca a su ‘noche de la venganza’Diana llevó este choker en varias ocasiones. Una de ellas, en la recepción organizada por el presidente Ronald Reagan y su mujer, Nancy, en la Casa Blanca el 9 de noviembre de 1985. El príncipe Carlos y la princesa Diana se encontraban entonces en un viaje oficial a los Estados Unidos. Aquella noche Diana ‘reinó’ en la pista de baile junto a John Travolta. Uno de sus sueños era bailar con la estrella de Grease y Fiebre del sábado noche –“A medianoche, me acerqué, toque su hombro… ‘¿Me concedería este baile?’. Ella se giró hacia mí e inclinó la cabeza al puro estilo Lady Diana. Estuvimos bailando durante 15 minutos. ¡Nunca lo olvidaré!”, aseguró el actor-, y se cumplió, dejándonos una imagen para la historia que dio la vuelta al mundo. También fue una pieza perfecta para completar uno de sus looks más legendarios: el vestido de la venganza. El 29 de junio de 1994, la misma noche que el príncipe Carlos admitía, en la televisión nacional británica, que le había sido infiel durante su matrimonio; Diana aparecía, deslumbrante, en una gala organizada en la Serpentine Gallery. Los príncipes de Gales ya se habían separado -dos años antes, en 1992-, y aquel outfit era la confirmación de la ‘nueva Diana’ que comenzaba andar con paso firme. Tras perder el tratamiento de Alteza Real, libre de protocolo y etiqueta, lejos de los Windsor, Lady Di se cortó el pelo y cambió su armario por completo, mostrándose como una mujer independiente y más carismática.La joya que Kate no ha lucido todavíaEn la carta de ‘los deseos’ que dejó escrita la princesa, Diana detalló cómo debía repartirse su fabuloso joyero. Legó sus preciadas alhajas a sus hijos -3/4 de su valor- y a sus ahijados -1/4-. Entre ellas, el anillo de compromiso más famoso del mundo: una joya con un zafiro ovalado de Ceilán de 12 quilates, rodeado por 25 diamantes, engastados en una banda de oro de 18 quilates. La pieza, de gran valor sentimental, fue la que usó el príncipe Guillermo para sellar su compromiso con Kate, quien ha lucido las mejores joyas que Lady Di llevó en su día: de la diadema de los enamorados a la gargantilla de perlas de cuatro hilos que eligió para el funeral del Duque de Edimburgo.Han pasado más de dos décadas de su muerte en un fatídico accidente de tráfico, pero su recuerdo sigue más vivo que nunca. Su elegancia y su sentido del estilo la convirtieron en todo un referente de moda, y es por ello que, a día de hoy, Lady Di continúa inspirando a nuevas generaciones. También en el mundo nupcial.Sin ir más lejos, la última novia que se ha inspirado en la princesa de corazones en el día de su boda ha sido Ana Peleteiro. La atleta gallega, que dio el ‘sí, quiero’ el pasado sábado, 23 de septiembre, a Benjamin Compaoré en el Pazo de Miradores, en Pontevedra (Galicia), sorprendió a sus invitados luciendo un original choker de perlas con un cristal de color azul, en el centro, de Svarovski.Una pieza, realizada de forma artesanal por la firma Diane Onlooker, que emulaba a una de las joyas más preciadas de Diana de Gales. Un choker de siete hilos de perlas y un impactante zafiro que perteneció la Reina Madre -Elizabeth Bowes-Lyon- y que Isabel II le regaló cuando se casó con el príncipe Carlos. De su baile en la Casa Blanca a su ‘noche de la venganza’Diana llevó este choker en varias ocasiones. Una de ellas, en la recepción organizada por el presidente Ronald Reagan y su mujer, Nancy, en la Casa Blanca el 9 de noviembre de 1985. El príncipe Carlos y la princesa Diana se encontraban entonces en un viaje oficial a los Estados Unidos. Aquella noche Diana ‘reinó’ en la pista de baile junto a John Travolta. Uno de sus sueños era bailar con la estrella de Grease y Fiebre del sábado noche –“A medianoche, me acerqué, toque su hombro… ‘¿Me concedería este baile?’. Ella se giró hacia mí e inclinó la cabeza al puro estilo Lady Diana. Estuvimos bailando durante 15 minutos. ¡Nunca lo olvidaré!”, aseguró el actor-, y se cumplió, dejándonos una imagen para la historia que dio la vuelta al mundo. También fue una pieza perfecta para completar uno de sus looks más legendarios: el vestido de la venganza. El 29 de junio de 1994, la misma noche que el príncipe Carlos admitía, en la televisión nacional británica, que le había sido infiel durante su matrimonio; Diana aparecía, deslumbrante, en una gala organizada en la Serpentine Gallery. Los príncipes de Gales ya se habían separado -dos años antes, en 1992-, y aquel outfit era la confirmación de la ‘nueva Diana’ que comenzaba andar con paso firme. Tras perder el tratamiento de Alteza Real, libre de protocolo y etiqueta, lejos de los Windsor, Lady Di se cortó el pelo y cambió su armario por completo, mostrándose como una mujer independiente y más carismática.La joya que Kate no ha lucido todavíaEn la carta de ‘los deseos’ que dejó escrita la princesa, Diana detalló cómo debía repartirse su fabuloso joyero. Legó sus preciadas alhajas a sus hijos -3/4 de su valor- y a sus ahijados -1/4-. Entre ellas, el anillo de compromiso más famoso del mundo: una joya con un zafiro ovalado de Ceilán de 12 quilates, rodeado por 25 diamantes, engastados en una banda de oro de 18 quilates. La pieza, de gran valor sentimental, fue la que usó el príncipe Guillermo para sellar su compromiso con Kate, quien ha lucido las mejores joyas que Lady Di llevó en su día: de la diadema de los enamorados a la gargantilla de perlas de cuatro hilos que eligió para el funeral del Duque de Edimburgo.
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Han pasado más de dos décadas de su muerte en un fatídico accidente de tráfico, pero su recuerdo sigue más vivo que nunca. Su elegancia y su sentido del estilo la convirtieron en todo un referente de moda, y es por ello que, a día de hoy, Lady Di continúa haciendo soñar a nuevas generaciones. También en el mundo nupcial.
Sin ir más lejos, la última novia que se ha inspirado en la princesa de corazones en el día de su boda ha sido Ana Peleteiro. La atleta gallega, que dio el ‘sí, quiero’ el pasado sábado, 23 de septiembre, a Benjamin Compaoré en el Pazo de Miradores, en Pontevedra (Galicia), sorprendió a sus invitados luciendo un original choker de perlas con un cristal de color azul, en el centro, de Svarovski.
Una pieza, realizada de forma artesanal por la firma Diane Onlooker, que emulaba a una de las joyas más preciadas de Diana de Gales. Un choker de siete hilos de perlas y un impactante zafiro que perteneció la Reina Madre -Elizabeth Bowes-Lyon- y que Isabel II le regaló cuando se casó con el príncipe Carlos.
De su baile en la Casa Blanca a su ‘noche de la venganza’
Diana llevó este choker en varias ocasiones. Una de ellas, en la recepción organizada por el presidente Ronald Reagan y su mujer, Nancy, en la Casa Blanca el 9 de noviembre de 1985. El príncipe Carlos y la princesa Diana se encontraban entonces en un viaje oficial a los Estados Unidos. Aquella noche Diana ‘reinó’ en la pista de baile junto a John Travolta. Uno de sus sueños era bailar con la estrella de Grease y Fiebre del sábado noche –“A medianoche, me acerqué, toque su hombro… ‘¿Me concedería este baile?’. Ella se giró hacia mí e inclinó la cabeza al puro estilo Lady Diana. Estuvimos bailando durante 15 minutos. ¡Nunca lo olvidaré!”, aseguró el actor-, y se cumplió, dejándonos una imagen para la historia que dio la vuelta al mundo.
También fue una pieza perfecta para completar uno de sus looks más legendarios: el vestido de la venganza . El 29 de junio de 1994, la misma noche que el príncipe Carlos admitía, en la televisión nacional británica, que le había sido infiel durante su matrimonio; Diana aparecía, deslumbrante, en una gala organizada en la Serpentine Gallery. Los príncipes de Gales ya se habían separado -dos años antes, en 1992-, y aquel estilismo era la confirmación de la ‘nueva Diana’ que comenzaba andar con paso firme. Tras perder el tratamiento de Alteza Real, libre de protocolo y etiqueta, lejos de los Windsor, Lady Di se cortó el pelo y cambió su armario por completo, mostrándose como una mujer independiente y más carismática.
La joya que Kate no ha llevado todavía
En la carta de ‘los deseos’ que dejó escrita la princesa, Diana detalló cómo debía repartirse su fabuloso joyero. Legó sus preciadas alhajas a sus hijos -3/4 de su valor- y a sus ahijados -1/4-. Entre ellas, el anillo de compromiso más famoso del mundo: una joya con un zafiro ovalado de Ceilán de 12 quilates, rodeado por 25 diamantes, engastados en una banda de oro de 18 quilates. La pieza, de gran valor sentimental, fue la que usó el príncipe Guillermo para sellar su compromiso con Kate, quien ha lucido las mejores joyas que Lady Di llevó en su día: de la diadema de los enamorados a la gargantilla de perlas de cuatro hilos que eligió para el funeral del Duque de Edimburgo.
Aunque la Princesa de Gales, y futura Reina, ha tenido acceso al fabuloso cofre, todavía le queda por llevar este choker. Sin duda, uno de las joyas más recordadas de Diana.