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Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness anunciaron su separación hace diez días después de 27 años de matrimonio y dos hijos en común. El hasta ahora considerado uno de los matrimonios más estables y duraderos de Hollywood ha decidido emprender caminos por separado con la convicción de "perseguir un crecimiento individual". "Nuestra familia ha sido y siempre será nuestra máxima prioridad. Asumimos este próximo capítulo con gratitud, amor y amabilidad", rezaba el comunicado difundido por la pareja que destacaba haber tenido "la suerte de compartir casi tres décadas juntos".
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-La decisión que tomaron Hugh Jackman y su exmujer antes de separarse que ahora cobra sentido
A pesar de que divorcio entre la pareja se estima amistoso, el protagonista de Australia, de 54 años, y la actriz y productora, de 67, poseen una valiosa fortuna valorada en 220 millones de euros que pretenden dividir en partes iguales. Durante las casi tres décadas que duró su matrimonio y gracias a la fortuna amasada por ambos fueron adquiriendo propiedades alrededor del mundo en Sidney, Melbourne, Nueva York o Los Hamptons. A priori, aunque el protagonista de Lobezno y la directora australiana quieren hacerlo de la mejor manera posible por el bienestar de ellos y de sus hijos Oscar y Ava, nunca resulta sencillo dividir el patrimonio.
La fortuna se estima en 170 millones de euros para el protagonista de Lobezno, según el portal Celebrity net worth, mientras que la productora posee un capital de 47 millones de euros. Pese a todo, su intención es dividirlo en partes iguales. "Sus vidas estaban tan entrelazadas que dividir todo y determinar quién se queda con qué en términos de activos y finanzas es un proceso extremadamente complicado y desgarrador", señaló una fuente en US Weekly. "La solicitud [de divorcio] se formalizará en su momento, pero antes de eso, el objetivo es llegar a un acuerdo. Están decididos a [hacer esto] de la manera más amigable posible", añadió, dando a conocer las buenas intenciones de la expareja.
Según el diario británico Daily Mail, Hugh Jackman y Deborra-Lee comenzaron viviendo en un modesto apartamento de dos habitaciones en Melbourne antes de que el actor triunfara con X-Men en el año 2000. La pareja había comprado su primera propiedad juntos por 227.000 euros en 1997, un año después de casarse, y lo vendieron en 2015 casi por el triple de lo adquirido. Su siguiente vivienda resultó ser un fabuloso apartamento de tres pisos en el edificio Meier Towers en Nueva York con vistas al río Hudson. Su hogar en Nueva York, en el que habían sido tan felices viendo crecer a sus hijos, pero decidieron venderlo hace un año por casi 39 millones de euros y compraron un ático más discreto en Manhattan, ubicado en la zona de Chelsea por 21 millones de euros. A su vez tienen una propiedad en Sidney, concretamente en Bondi Beach, en la que solían pasar largas temporadas, además de una casa en Los Hamptons, que pusieron en alquiler el pasado enero durante meses. Una serie de decisiones que han podido cobrar cierto sentido a raíz de conocer su ruptura.