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Han pasado más de tres décadas desde que dio el gran salto al mundo de la moda, pero Nieves Álvarez no puede contener la emoción cada vez que vuelve a ‘casa’. La gran semana de la moda madrileña, la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM), le trae buenos recuerdos -“aquí me dieron mi primera oportunidad cuando yo era una completa desconocida”-; y aunque ha vivido a caballo entre las capitales de la moda -de París a Milán- y desfilado para los mejores -de Christian Dior a Armani-, reconoce que todavía siente cierto vértigo cuando le toca subirse a la pasarela de nuevo.
Entre bambalinas, recién maquillada y a punto de abrir el desfile de Lola Casademunt by Maite -firma de la que es embajadora y musa- en la pasada 78ª edición de la MBFWM, saca unos minutos para atender a ¡HOLA! y contarnos algún que otro secreto que aún no conocíamos de una de nuestras modelos más internacionales, que ya forma parte de la historia de la industria.
© GTres-El año pasado celebraste 30 años en el mundo de la moda, ¿cómo te sientes?
- Esta es mi casa, aquí empecé, es donde me dieron mi primera oportunidad como modelo, cuando era una completa desconocida, con lo cual aquí estoy en familia, entre maquilladores, organización… es estar en casa. Yo ya no desfilo, lo hago en este caso gracias a Maite con Lola Casademunt. Si no fuera por ella, yo no estaría aquí. Vengo a grabar el programa Flash Moda, el primer día que se abre la pasarela -lo cubrimos desde aquí, desde el epicentro de donde pasa todo-, pero ya está. Me encanta volver a salir, es muy bonito para mí.
-Y después de tanto tiempo desfilando, ¿sigues teniendo nervios antes de salir?
- Sí, sí, bueno... ahora estoy que tiemblo, sólo quiero meterme en mi camerino, concentrarme, prepararme y ya está.
-¿Tienes alguna rutina o manía antes de desfilar?
-Necesito un espejo y mirarme. Pero no mirarme yo físicamente, necesito mirar la ropa. Para mí es muy importante saber cómo me queda y cómo tengo que moverla para poder interpretarlo. No es que me fije en si tengo el pelo bien o el maquillaje, eso ya lo sé que lo tengo bien hecho. Necesito un espejo antes de salir para decir: ‘Vale, pues esto lo tengo que mover así o tengo que posar de esta determinada manera’. Al final yo soy la que representa el trabajo de todo un equipo que durante muchos meses ha estado haciendo, cosiendo, creando la ropa; con lo cual yo soy la que tiene que interpretar y dar la imagen final.
© GTres-Vuelves a ser imagen de Lola Casademunt, ¿qué es lo que más te gusta de la colección que nos va a presenta esta temporada?
-El ‘ADN ‘de Maite. Lola Casademunt es el espíritu de Maite, esa energía por la vida, alegría, colorido... Al final es una mujer alegre, dinámica, con un punto rock, eso es Lola Casademunt.
-¿Y te identificas con su estilo?
-Sí, me identifico porque Maite y yo nos conocimos hace tiempo. Me contrataron para la primera campaña, y conocí a una mujer que es un torbellino, súpertrabajadora, muy alegre, no se le caen los anillos por nada... Y yo me siento muy identificada con ella en ese sentido: a las dos nos gusta hacer cosas y nos gusta la vida. Y, al final, me gusta todo el equipo, es una gozada, me siento muy identificada con su trabajo.
-Y además a ti te gusta diseñar…
-¡Sí! Me gusta mucho mi trabajo, mi profesión. Todo lo que sea moda, para mí es un orgullo.
