Han pasado 117 días desde que Jorge Javier Vázquez pisara por última vez un plató de televisión. Cuatro meses en los que ha encarado un bache anímico al que ha sabido sobreponerse para volver al ruedo con más fuerza y vigor. Y así, efectivamente, ha dado el pistoletazo de salida al gran estreno de Cuentos Chinos, el programa que conduce desde este lunes 11 de septiembre y que supone una imponente y emocionante aventura profesional tras una etapa algo oscura para él. Una fase de la que ha querido hablar en los primeros minutos de emisión: "Aquí estoy para daros todas las explicaciones pertinentes", ha comenzado avisando antes de dar paso a su primera 'cuentista', Susi Caramelo.
La carta de Jorge Javier Vázquez a su 'rival' Pablo Motos con guiño a Isabel Pantoja
La transición de Mediaset, muy "dolorosa" para el presentador
De la mano de la humorista catalana, la primera colaboradora en entrar en escena, Jorge Javier, que todavía está "aterrizando", ha mostrado su lado más cercano y sincero. Con una gran sonrisa en su rostro pero "muy nervioso", una sensación que, según ha confesado, no experimentaba desde "hace años", el conductor ha comenzado a contar el motivo por el que se alejó de la televisión el pasado mes de mayo. "El 18 de mayo yo acabo en urgencias en un hospital por una subida de tensión", ha empezado diciendo sobre el complicado momento de salud que vivió: "Evidentemente, nadie acaba en urgencias porque sí. Me dí cuenta de que no podía seguir tirando de mí y tomé la decisión acertadísima de parar porque no podía seguir bajo esas condiciones".
Con el semblante serio, el icónico maestro de ceremonias de Sálvame, cuya última aparición en la pequeña pantalla data del pasado 17 de mayo, ha hecho alusión a la metamorfosis de parrilla y contenidos que está atravesando Mediaset, una fase de transición "especialmente dolorosa para mí por muchas razones que todo el mundo sabe", ha proseguido, al tiempo que ha reconocido que, a lo largo de las semanas de baja médica ha transitado diferentes estados de ánimo, desde la rabia hasta el desencanto, pasando por la ira y la tristeza. Esa temporada alejado de los focos le ha servido también para dar respuesta a diferentes cuestiones relacionadas con su situación: "Durante la baja médica fui capaz de atar cabos. Fui capaz de saber exactamente qué ocurrió y quiénes participaron para que eso sucediera. Lo sé perfectamente".
Regresa agradecido, con un favorecedor look y una misión
El conductor de Supervivientes, que también tuvo que despedirse de ese cargo y no pudo presenciar la gala final ni el cierre de Viernes Deluxe, ha subrayado que regresa a la que es su casa profesional "sin ningún tipo de ánimo revanchista", si bien no olvida todo lo que ha ocurrido este tiempo atrás. "Vuelvo y estoy aquí por el apoyo que me ha brindado Alessandro Salem, Consejero Delegado de Mediaset. Se lo agradezco muchísimo y por él estoy aquí", ha reconocido abiertamente. Además, el televisivo de Badalona, que el 25 de julio sopló las velas de su 53 cumpleaños, ha asegurado que en este nuevo y prometedor capítulo laboral tiene una única misión: "Hacer lo que sé hacer, que es entretener". Ha sido en ese momento de su alegato cuando, mirando fijamente a cámara, ha lanzado un contundente y significativo mensaje: "Yo vengo a trabajar y lo único que pido a la gente que no trabaja es que al menos no enrede".
Más bronceado y con una imagen renovada y favorecedora, el filólogo ha reaparecido ante las cámaras exultante, entusiasmado y acercando a su fiel público su lado más divertido y natural. Una puesta en escena que evidencia su propósito de ofrecer todo de sí durante su estancia en el "barrio de los mayores", como él mismo ha definido a su nueva franja, en la que competirá principalmente con Pablo Motos y El Hormiguero. Todo, desde un "plató milenario" en el que cada día a partir de las 21:50 horas recibirá a multitud de invitados de todos los ámbitos.