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Málaga se ha vestido de luto para dar el último adiós a María Teresa Campos. A las siete de la tarde de este lunes, la iglesia de San Pablo, templo ubicado en el barrio de la Trinidad en el que se encuentra la imagen de Jesús Cautivo de la que la icónica presentadora era gran devota, se ha llenado de gente dispuesta a presentar sus condolencias a los familiares y despedirse de la periodista. A sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, se han unido sus tres nietos, incluida Alejandra Rubio, a quien no se había visto en la ciudad hasta el momento, el marido de Carmen, José Carlos Bernal, y más personas que admiraban y querían a la comunicadora.
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Abatida, rota por el dolor y de riguroso luto, la mayor de las hijas de la televisiva ha hecho su entrada al edificio. Terelu, que en esta ocasión no ha protegido su mirada, marcada por la tristeza desde hace días, con gafas de sol como en sus últimas apariciones, ha tenido un papel fundamental en el rito, pues ha sido la encargada de pronunciar un sentido discurso al término del mismo. Subida al altar y poniendo su corazón en lo que decían sus palabras, ha ofrecido ante los allí presentes un alegato sobre la que era para ella uno de los grandes pilares de su vida y su mejor patrimonio.
Sobre su madre, entre otros aspectos de su personalidad, trayectoria y pasiones, ha hecho alusión a su faceta familiar y el amor y devoción "sin límite" que tenía por los suyos, un sentimiento que ella comparte, pues ha remarcado "lo mucho, lo muchísimo que siempre la vamos a querer". Al término de su exposición, que ha concluido con una ensordecedora ovación, se ha fundido en un cariñoso abrazo con su hermana Carmen, que tampoco ha podido contener su emoción, y su hija Alejandra.
Por su parte, Alejandra Rubio y su prima Carmen Rosa han entrado al templo vestidas de luto y cogidas de la mano, una imagen similar a la que protagonizaron sus respectivas madres hace días en el madrileño tanatorio de La Paz, donde se instaló la capilla ardiente de su abuela horas después de que su vida se apagara para siempre la madrugada de este 5 de septiembre. De igual modo que Terelu, Carmen ha subido al estrado para leer unas conmovedoras palabras en las que ha hablado de María Teresa como "nuestra maestra en la vida, nuestra cómplice; una abuela cariñosa y moderna que se entendía perfectamente con sus nietos" y cuyo sentido del humor les iluminaba.
"Nos hacía sentir importantes a los tres, empezando por mi hermano José María, sin duda, el hombre de su vida, al que adoraba", ha señalado, al tiempo que ha hecho mención a la complicidad que tenía con Alejandra y al mayúsculo apoyo que le brindó cuando dio sus primeros pasos en la universidad.
Para el acto se ha instalado en el interior de la iglesia, que estaba repleta de personas abanicándose para combatir las altas temperaturas, un altar repleto de flores amarillas, las mismas que llevaban en sus manos sus seres queridos el día posterior al fallecimiento de María Teresa y que tanto le gustaban, con una fotografía de la matriarca del clan Campos. Hay que recordar que María Teresa era una mujer muy querida en esta ciudad andaluza. Un amor que era mutuo, puesto que la maestra de ceremonias de Qué tiempo tan feliz vivió allí gran parte de su infancia y adolescencia. De la misma manera, ya siendo adulta, volvía con asiduidad a la Costa del Sol para disfrutar de sus playas en la temporada estival y, sobre todo, de su fastuosa Semana Santa.
Por este motivo, también han acudido a la cita rostros de la política malagueña, como su alcalde, Francisco de la Torre, que ha presentado sus condolencias a Terelu y Carmen y ha charlado con ellas durante unos minutos, o el presidente de la Junta de Andalucía Juanma Moreno, quien considera a María Teresa "una mujer pionera que se ganó el corazón de millones de hogares". Tampoco ha faltado el que fuera chófer de la presentadora, Gustavo Guillermo, que ha sido aplaudido a su llegada e incapaz de hacer declaraciones, pues la emoción de desbordaba, o su gran amigo Yusan Acha.
Tal y como se ha anunciado, en esta misa funeral ha habido dos actuaciones musicales protagonizadas por dos buenos amigos de la periodista: Diana Navarro, que ha entonado con la mano derecha colocada en su corazón el Padre Nuestro, y Juan Peña. Precisamente este último, que ha estado acompañado por un guitarrista durante su interpretación, ha dado una breve entrevista en el programa Así es la vida de Telecinco explicando que por deseo expreso de la familia iba a interpretar el tema Gracias, una de las canciones favoritas de María Teresa. El religioso encargado de oficiar y presidir el funeral ha sido el exvicario de la diócesis de Málaga, José Sánchez, que, según se explicó en el espacio de entretenimiento Fiesta, mantenía una profunda relación de amistad con la comunicadora.
Horas antes de dar comienzo esta multitudinaria misa se ha podido ver a sus hijas, Terelu y Carmen, la cual ha estado acompañada de su hija Carmen Rosa, su hijo José María, su nuera y su nieto pequeño, en la Hermandad de la Paloma, donde han depositado las cenizas de la presentadora para que pueda descansar eternamente junto a su madre y sus hermanos, tal y como María Teresa quería.
A este funeral se sumará próximamente otro de características similares en la capital, la ciudad que tantas alegrías dio a María Teresa, tal y como confirmó Alejandra Rubio en su programa; una cita en la que está previsto que cante Miguel Poveda y la vocalista Alba Moreno, con quien la hija de Terelu tiene un estrecho vínculo y que es dueña de "una voz preciosa", según esta.