‘¡Agárrate bien!’: el divertido día de pesca de mamá oso, con su cachorro a cuestas
Como si se tratara de dos vaqueros nortamericanos en una tarde de rodeo, esta oso grizzly y su simpático cachorro demostraron ser dos maestros del equilibrio: la mamá pescó salmones en Alaska, mientras su simpático cachorro se mantenía en lo alto de su lomo y, a la vez, aprendía la técnica. Eso sí, lo consiguió después de varios intentos, porque el pequeño osezno no se libró del refrescante chapuzón, tras alguna que otra caída.
La misión imposible de esta cocodrilo: vigilar a toda su prole
Mantener el control de unos hijos no siempre es tarea fácil para los papás de familias numerosas. Que se lo digan a las cocodrilos de la India, que tienen entre 40 y 90 huevos en cada puesta, aunque solo unas pocas crías logran nacer de ellos. De ahí que esta ejemplar de gavilal —así se conoce a esta especie típica de la zona del Rajastán, que se distingue por sus estrechos y alargados hocicos— cuente con una prole tan extensa. A la mamá le faltan ojos para vigilar a todos sus hijos en el río Chambal, aunque tampoco los necesita: sus crías son obedientes y nadan siempre agrupadas.
Una bebé girafa única en el mundo: ¿Dónde están sus manchas?
El Zoológico Brights, de Lime Stone, situado en el estado norteamericano de Tennessee, está de celebración al haber recibido al miembro más especial de toda su familia: una jirafa reticulada que ya mide más de 1,80 metros en su primer mes de vida y que es completamente marrón. No es que la cría se haya pasado de tomar el sol este verano… ¡es que ha nacido sin sus características manchas poligonales! “Es única en la Tierra”, afirman desde el zoo estadounidense. No exageran, porque se trata de una peculiaridad que se da cada 25 o 30 años. De hecho, la última jirafa sin manchas —de la que se tiene constancia— nació en 1972, en un zoológico de Tokio. Sin duda, es un caso que cada vez nos va a resultar más extraño de ver. Desgraciadamente, en las últimas tres décadas, la población de esta especie ha disminuido un 40 por ciento en África.
Bien tapados y mejor camuflados: Así pasean estos polluelos ingleses
Los veranos londinenses no suelen ser tan calurosos como quisieran las crías de estas aves del parque Burgess. Afortunadamente, pueden taparse con el plumaje de sus madres, hasta que desarrollen el suyo propio. Lo tendrán una vez que lleguen a la edad adulta y consigan, también, las características crestas de esta especie protegida, llamada somormujo lavanco. Estuvo a punto de extinguirse en Gran Bretaña, en el siglo XIX, ya que las plumas de sus cabezas se usaban para decorar sombreros y vestidos. Afortunadamente, supieron tomar medidas y ahora pueden nadar en paz por todo el país.