Arantxa Sánchez Vicario está atravesando una de sus peores etapas de su vida. Para la extenista, estos últimos años están llenos de luces y sombras. Y es que, desde el próximo martes 12 de septiembre, la ganadora de tres Roland Garros se sentará en el banquillo de los acusados junto a su exmarido, Josep Santacana -del cual lleva separada desde 2018-. Ambos han acabado yendo a juicio por un presunto delito de alzamiento de bienes y se enfrentan a cuatro años de prisión y a pagar más de seis millones de euros de responsabilidad civil. A pocos días de que esto comience, Arantxa se ha sincerado desde lo más profundo y ha desvelado cómo se encuentra económicamente, en una entrevista para El País.
En estos momentos de su vida, la deportista se refugia en la religión: "Rezo a menudo. Y voy a poner una vela para que esto salga bien". Y también en sus dos hijos, Aranxta y Leo, de 14 y 11 años respectivamente. "Mi vida está volcada en ellos. Lo son todo para mí, son lo que me hace seguir adelante", señalaba. A las puertas de una vista oral, la extenista admitía estar "como un flan" y confía en que, después de haber confesado su error hace un par de años -y de haber afirmado que había sido víctima de su exmarido-, la justicia pueda reducir la pena que se le imponga.
"Estaba enamorada. Confié en mi exmarido y me he visto inmersa en esta situación. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora", resalta Arantxa una y otra vez.
Arantxa Sánchez Vicario vuelve a España tras su nuevo revés con la Justicia
A sus 51 años, la Arantxa Sánchez Vicario vive en un piso alquilado en Miami con sus dos hijos. Sin embargo, no todo es de color de rosa. La extenista confesaba que a veces pasaba apuros económicos, puesto que la mitad de sus ingresos se los lleva el Banco de Luxemburgo con el que tiene la deuda pendiente. Además, aseguraba que, a veces, sobrevive gracias al dinero que le dejan sus amigos: "Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida. Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando", se sinceraba, añadiendo lo "injusto" que le parecía no poder "vivir del tenis" después de haber conseguido todo lo que había ganado.
Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana, a juicio por presunto alzamiento de bienes
El motivo del juicio a Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido
La razón por la que ambos están acusados viene de atrás. El Banco de Luxemburgo interpuso una querella por lo penal en 2015 contra Aranxta Sánchez Vicario y Josep Santacana. ¿El motivo? No hacer frente a la deuda que tenían con la entidad, que los había estado avalando durante años, al entregarles los 3,5 millones de euros -más intereses- que la Audiencia Nacional les condenó a pagar por evasión de impuestos y que el Tribunal Supremo ratificó en 2009. Después de eso, la que fuera pareja en aquel entonces estuvo vendiendo el millonario patrimonio inmobiliario de la exdeportista, con el fin de -según la querella- intentar evadir la deuda con el Banco de Luxemburgo. Por su parte, la propia Arantxa confesaba, en el escrito de defensa que presentó ante el juez en octubre de 2021, haber ocultado bienes asegurando que lo hizo manipulada por el que fuera su marido, es decir, Josep Santacana.