María Jiménez ha demostrado su genialidad y su arte hasta el último momento de su vida; la cantante había planeado al detalle su propio funeral y así se ha respetado a lo largo de la mañana del 8 de septiembre en Sevilla, cuando la capital andaluza que la vió nacer hace 73 años, se ha volcado con la artista en su último homenaje. Entre aplausos, cante y los sentimientos a flor de piel, la ciudad se ha rendido ante el féretro de la artista que ha paseado en un coche de caballos por las calles más emblemáticas de su querida Triana. Una vez dentro de la iglesia de Santa Ana se ha celebrado la misa funeral, donde hemos podido ver en las primeras filas al hijo de la actriz, Alejandro Jiménez, con su hija sobre sus rodillas, y a Eugenia Martínez de Irujo sin poder contener las lágrimas cuando ha abrazado a la hermana de la cantante, Isabel Jiménez. A las 12:30h del mediodía, el féretro ha sido trasladado hasta el cementerio de San Fernando, donde sus restos mortales descansarán para siempre junto a su madre y su hija, María del Rocío. Dale al play.
Cáncer de pulmón, la enfermedad que padeció María Jiménez en los últimos años