Adiós a María Jiménez. La musa de lo prohibido ha muerto esta madrugada a los 73 años en el Hospital Infanta Luisa de Sevilla. Indomable y arolladora, una mujer que nunca se calló y que puso voz a muchos gritos silenciados a través de sus letras. Ahora, recordamos su última entrevista en ¡HOLA!, en exclusiva, de la artista junto a su hijo Alejandro, fruto de su matrimonio con el actor Pepe Sancho. En ella, la intéprete de Se acabó, nos contaba lo feliz que se encontraba tras vencer al cáncer de pecho que le habían diagnosticado.
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“Pienso que estoy curada totalmente de mi enfermedad porque los médicos estaban locos de contentos con la última analítica”
Por una parte, la fuerza y el optimismo fueron esenciales durante muchos meses. Por otra, la presencia a su lado de Alejandro, su hijo. Álex, como le llaman su familia y sus amigos, no lo tuvo fácil durante el matrimonio de sus padres y cuando, años más tarde, regresó curtido por la vida tras haber demostrado lo mucho que valía a su padre, José Sancho, el actor fallecía de manera inesperada.
“La última sesión de radio fue el día dos de julio, y ahora ya estoy en revisiones. A finales de mes, me hago unas pruebas y el día nueve de enero me ve la oncóloga. Pienso que me he curado totalmente porque los médicos estaban locos de contentos con la última analítica”, confesaba la cantante en las páginas de nuestra revista.
“Mi hijo está muy apegado a mí, sobre todo después de lo que ha pasado. En un mes se enteró de mi enfermedad y luego, enseguida, muere su padre. La verdad es que la criatura ha pasado mucho”
Navidades en familia
“Hace muchos años que mi hijo y yo no pasábamos unas Navidades juntos”, nos contaba la cantante. Estas fechas tan especiales y los buenos resultados del tratamiento, habían convertido a María Jiménez en una mujer optimista: “Tengo toda la ilusión del mundo y siempre quiero ver todo de color de rosa. Y cuando lo veo negro, pues me digo a mí misma: ‘cambia el chip’, que esto es solo un rato”.
A lo largo de los años, la artista había evolucionado, y aunque siempre fue una mujer de carácter, atrás quedaban sus apariciones televisivas cargadas de polémicas. “Pienso que he aprendido a hacer las cosas un poquito mejor. Ahora me siento más pausada, más libre y más auténtica, si cabe, en el sentido de que digo lo que pienso. Ya hay pocas cosas que me hagan callar, salvo por educación, claro está”, nos confesaba.
“Como a mi madre le va a quedar una pensión muy pequeña, que ni siquiera le dará para mantener todo lo que hay, quiero estar a su lado el mayor tiempo posible para ayudarla a organizar sus cosas”
La enfermedad le hizo ponerse ‘en pausa’ y ver las cosas de otra manera. “Te da un poco más de ternura hacia los demás. Ves las cosas de otra manera. Aunque yo siempre he sido muy cariñosa, me preocupa más la gente y lo que les pueda suceder”. Y añadía: “también soy más positiva que antes de padecer mi enfermedad. Salgo a la calle a disfrutar, no a discutir ni a pelear. No sé lo que es es”.
Habla su hijo
Alejandro tenía un deseo muy claro: estar al lado de su madre. “Después de haber estado pagando impuestos toda la vida, cuando le llegue la hora de la jubilación, a mi madre le va a quedar una pensión muy pequeña, que ni siquiera le dará para mantener todo lo que hay. Por eso, quiero estar a su lado el mayor tiempo posible, para ayudarla a organizar sus cosas: pintar, arreglar y poner en alquiler… Así ella no tendrá que estar preocupada”. Y así ha sido, hasta el último momento en la vida de María Jiménez.
“Como hijo de María Jiménez y de Pepe Sancho, creo tener derecho a dar las gracias a todo su público y a toda esa gente por lo que ha hecho por mi padre. Igual que yo nunca permitiré que mi madre muera en soledad”.