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Ha sido en torno a las 5:25 horas de este 5 de septiembre cuando la vida de María Teresa Campos se apagaba para siempre dejando completamente huérfano al mundo de la comunicación. La veterana presentadora, de 82 años, cuya salud se fue debilitando en los últimos meses sufrió el pasado domingo una grave insuficiencia respiratoria que la llevó a ingresar de urgencia en la Fundación Jiménez Díaz donde finalmente fallecía. Querida y admirada dentro y fuera de la televisión, sus restos mortales serán velados, a partir de las 12.00 del mediodía, en una capilla ardiente instalada en el madrileño tanatorio de La Paz, en Alcobendas y será incinerada mañana en la más estricta intimidad, tal y como ha indicado Terelu Campos en sus primeras palabras a los medios de comunicación tras la pérdida.
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Está previsto que hasta allí se desplacen a darle su último adiós, familiares, amigos y numerosos seres queridos que hoy lloran la pérdida de esta irremplazable presentadora, quien, paradojas del destino, nos ha dejado el mismo día que su madre Concepción Luque García, fallecida el 5 de septiembre de 2006 a los 93 años.
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A pesar de que parecía un desenlace inevitable debido a la gravedad de su estado de salud, el cual había empeorado en las últimas horas, su pérdida no ha sido menos impactante y el vacío que ha dejado su marcha parece ahora imposible de llenar, sobre todo para sus hijas, Terelu y Carmen, y para aquellos que tuvieron la oportunidad de pasar algunos momentos junto a ella.
El padre Ángel, quien ayer se desplazó hasta el centro hospitalario para rezar por María Teresa, ha sido el encargado de oficiar una misa sobre las 21.00 horas en el tanatorio para el descanso eterno de la que él consideraba una de sus grandes amigas. “Lo único que hemos hecho es darle un beso y rezar", señalaba el fundador de Mensajeros de La Paz tras su visita. "Está muy bien acompañada” añadía el padre Ángel. "Se va, que la quieren y que es lo más importante. Lo más triste de morir es morir en la soledad y ella no muere en la soledad" terminaba.
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Días más tarde se celebrará una segunda misa funeral en Málaga, donde la comunicadora pasó gran parte de su infancia y adolescencia, así como gran parte de sus veranos y todas las Semanas Santas y el lugar que ocupaba un sitio privilegiado en su corazón. De acuerdo con su decisión, sus restos descansarán en su ciudad natal, junto a los de su madre y sus hermanos.
