La reaparición social de Tamara Falcó con Iñigo Onieva en la boda de su amiga Luisa Bergel, celebrada este pasado fin de semana en Sotogrande, ha dejado grandes momentos. Uno de ellos se produjo cuando la hija de Isabel Preysler tomó los platos de DJ Gilca, que es como se hace llamar Diego Gil-Casares –y sí, este pinchadiscos es sobrino de Astrid Gil-Casares, la que fuera segunda mujer del presidente de Ferrovial–. Pero hubo otras curiosidades que llamaron la atención.
Tamara también mostró una gran complicidad con Teresa Urquijo, la novia de José Luis Martínez-Almeida, actual alcalde de Madrid. Según cuentan a ¡HOLA!, estuvieron conversando en varias ocasiones, a lo largo de toda la velada. Es posible que ya coincidieran previamente con Luisa Bergel, ya que ambas se encuentran entre las mejores amigas de la novia. De hecho, las dos figuraban entre los treinta testigos de boda que escogió la hija del inversor Jaime Bergel en su enlace con Cristian Flórez.
La buena sintonía entre Tamara y Teresa ya quedó patente a la entrada del Santuario de la Divina Misericordia de Pueblo Nuevo de Guadiaro (Cádiz), donde el sacerdote Ignacio Sánchez-Dalp –gran amigo de la Casa de Alba y también de la familia Bergel– ofició la ceremonia religiosa. La marquesa de Griñón y la novia del alcalde de Madridllegaron sin sus respectivas parejas y, mientras hacían cola para acceder al interior del santuario, estuvieron hablando distendidamente.
Su complicidad también fue inmortalizada cuando Luisa Bergel quiso fotografiarse con once de sus amigas que ejercieron de testigos en su boda. Entre este grupo de íntimas, se encontraban Alejandra Onieva, cuñada de Tamara, o Casilda Aguilera. Sin embargo, la hija de Isabel Preysler se situó junto a la novia de Almeida para tomar esta imagen para el recuerdo. Y no parece fruto de la casualidad.
Es evidente que las dos tienen perfiles muy diferentes. Además de ser quince años más joven que la marquesa de Griñón, Teresa no muestra ningún interés en la publicidad, televisión o foco mediático: doble graduada en Derecho y Administración de Empresas, trabaja como analista de inversión en la inmobiliaria Merlin Propierties. No obstante, las dos tienen muchas cosas en común. Por un lado, al igual que Tamara, la pareja del alcalde de Madrid procede de un entorno aristocrático. No hay que olvidar que, además de ser tataranieta del famoso médico y científico Gregorio Marañón, es nieta de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma –a su vez, es prima de don Juan Carlos–.
Pero, sorprendentemente, Tamara y Teresa comparten otros parentescos, aunque tengamos que retroceder bastante en el tiempo para encontrar sus lazos de sangre. Eso sí, muy royals. Concretamente, ambas son descendientes de Fernando I de León y Castilla –siglo XI–, y de Carlomagno, el rey que gobernó a los francos y los lombardos a finales del siglo VIII y principios del IX. Igualmente, encontramos otras tres figuras históricas en sus respectivos árboles genealógicos: Alfonso I de Portugal –siglo XII–, Guillermo I de Inglaterra –siglo XI– y Hugo Capeto, rey de los francos –siglo X–.
Al margen de su origen aristocrático o de su interés por la moda, Teresa y Tamara comparten otras inquietudes. Por un lado, son muy creyentes. En varias ocasiones, han sido voluntarias de la Hospitalidad de Lourdes, el conocido centro de peregrinación de Francia. Por otro, sus respectivas familias comparten algunos círculos de amistades. Por ejemplo, los Zóbel, que son la acaudalada dinastía filipina que fundaron Sotogrande.
También hay que señalar que la marquesa de Griñón conoce a José Luis Martínez-Almeida de hace algunos años. El alcalde de Madrid ha acudido como invitado a varias cenas organizadas por Isabel Preyler en su casa de Miraflores, incluso antes de alcanzar la alcaldía de Madrid o de empezar su relación con Teresa Urquijo. Por tanto, tampoco tendría que sorprendernos tanto la complicidad de la marquesa de Griñón y la nieta de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, como han mostrado en la boda de su amiga Luisa Bergel.