Lolita Flores es una mujer de costumbres: pasa sus veranos disfrutando de unos días de sol y playa en su refugio gaditano. La actriz y cantante se encuentra apurando sus vacaciones, antes de retomar su agenda cargada de proyectos profesionales, en el último semestre del año. Lo ha hecho con su familia: Guillermo y Elena Furiase , con su marido, Gonzalo Sierra, y sus dos hijos, Noah, que cumplirá cinco años el próximo mes de octubre, y Nala, la benjamina de los Flores, que se convirtieron en los protagonistas de uno de los días que disfrutaron en las aguas del Atlántico.
Demostrando estar en forma a sus 65 años y que es toda una “superabuela”, Lolita compartió risas y juegos con los más pequeños de la familia en la orilla y se dio un divertido chapuzón con el mayor de sus nietos. Tras el parón veraniego, la hija de la inolvidable Lola Flores retomará su trabajo como jurado en la nueva edición de Tu cara me suena y con la representación teatral de Poncia, una de las dos criadas de La casa de Bernarda Alba.
Por su parte, Elena Furiase, que celebrará su quinto aniversario de boda el próximo 18 de septiembre, también está en uno de los mejores momentos de su vida, en el que ha sabido compaginar a la perfección la maternidad con sus compromisos laborales y es que, además de haber presentado recientemente su libro El mundo secreto de Árbal, la podemos ver en pantalla en la serie Mía es la venganza, protagonizada por Lydia Bosch.