John McEnroe, de 64 años, y Patty Smyth, de 66, forman un sólido matrimonio que ya ha celebrado su 26º aniversario. Nadie lo diría, décadas atrás cuando la cantante estadounidense de la banda Scandal, aseguraba que no creía en el matrimonio. Eso pensaba en 1993 cuando conoció al tenista. Cambió de opinión ocho meses después, tras su primera cita. Patty dio el 'sí, quiero', en 1997, pero eso sí, discreto como pocos se recuerdan tratándose ambos de dos números uno en su ámbito.
Actuaron como verdaderos profesionales del despiste y aprovecharon la noche de los Oscar, con todos los focos apuntando al teatro Kodak de Los Angeles, para casarse en secreto en una ceremonia en Hawaii de la que nunca ha trascendido ni una sola fotografía. Era el comienzo de una vida muy distinta a la que Patty Smyth había imaginado años antes. "Tenía una vida fantástica. Pensaba, tal vez, en adoptar un niño porque solo tenía a Ruby y ella me decía que una no era suficiente. No había ningún chico que me gustase y yo estaba como, olvídalo, no va a pasar", contó en una entrevista a AARP.
Finalmente, pasó. Tiempo después ella admitió que John McEnroe se involucró en la relación con mucha más celeridad que ella, pero, en realidad la conquistó en la primera cita. "Cuando John y yo salimos en una cita, fue como si le conociera. Era familiar y emocionante", admitió Smyth, que acabó dando no uno, sino dos hermanas a Ruby, la hija que tuvo con el músico Richard Hell. Con Anna, de 27 años, y Ava, de 24, forman una familia muy unida.
Sobre el secreto de su longevo matrimonio, la cantante tiene claro que la privacidad es una de las claves. No fue casualidad que hicieran todo lo posible por darse el 'sí, quiero' fuera del foco mediático, sino una declaración de intenciones de lo que sería su vida en común. "Simplemente pensaba que si manteníamos un perfil bajo, tenía el presentimiento de que duraríamos juntos. Si lo gritase al mundo, no", dijo en unas declaraciones a People y, a juzgar por los hechos, no le faltaba razón. McEnroe, por su parte, cree que la clave está en que su mujer le deja ser él mismo. "Creo que es importante en una relación. Si tienes eso, ya es un éxito", aseguró a The Empire Film Podcast. Cuando conoció a Patty, el tenista venía de un tormentoso matrimonio con la actriz Tatum O'Neil, de la que se divorció en 1994 y con la que tuvo tres hijos, Kevin, Sean y Emily.